viernes, 26 de septiembre de 2025

 

ADIÓS AL SUEÑO AMERICANO            26-09-2025

En mis tiempos-ya pretéritos- cuando alguien desbarraba con su boca se decía aquello de “ siempre que habla sube el pan dos reales” . Pues algo  de eso pasa con Trump. El guerrero naranja acaba de hablar en la ONU, sin papeles, improvisando, con su desparpajo y descaro  y el efecto de sus latigazos nos ha llegado a muchos de nosotros agnósticos que no salimos de nuestro asombro y  que nos permite comprobar que todo es empeorable si seguimos con este nivel de docilidad.

Reconozcamos que los Estados Unidos han sido durante mucho tiempo un país  fascinante. Durante décadas nos hipnotizaba  cuanto venía de allí, hasta convertir su influencia en una parte de nosotros, sin la cual los días seguramente perderían color. Han sabido conquistarnos, colonizarnos a través de la seducción por el consumo masivo, da igual el qué. ¿ O no?

Vemos sus películas sin descanso, oímos su música, desayunamos sus cereales, almorzamos sus hamburguesas, bebemos sus refrescos,  nos hacemos con su tecnología, calzamos sus zapatillas, vestimos sus vaqueros, leemos a sus escritores, viajamos a sus ciudades, admiramos sus deportistas, buscamos sus marcas, conmemoramos sus fiestas, adoptamos sus superhéroes, estudiamos su lengua, envidiamos su competitividad, traducimos todo a dinero como ellos, ponemos por las nubes  los pioneros, los espectáculos, los intelectuales americanos, la biblia en pasta.

Pero la imitación de lo americano, lo yanki, alcanza no sólo al consumo sino a lo lleva consigo que es su modelo político y social y eso es verdaderamente lo importante. Digamos que en el lote nos llevamos lo que tienen de bueno pero también lo que tienen de perjudicial y pernicioso.

Hoy en 2025, la versión más extrema y preocupante de ese modelo americano es el trumpismo, de Trump: un populismo nacionalista, xenófobo y negacionista incluso frente a evidencias científicas como la crisis climática o el paracetamol como causante del autismo. Por eso nos sentimos concernidos por sus amenazas  cuando abre la boca ; y porque ,  vemos que  su sombra , como la del ciprés que decía Delibes, es alargada y llega al último rincón.

Especialmente preocupante de este personaje es su hostilidad hacia todo aquello que no se pliegue  a un control ideológico del líder, convertido descaradamente en un dictador totalitario. El define lo que es bueno o malo y pone en marcha mecanismos de represión cuyo efecto más evidente no es sólo generar miedo- que ya es grave-  sino que  practiquemos la autocensura, es decir, que antes de que nos afecte directamente nos censuremos a nosotros mismos, que no llamemos la atención por nada , que no nos enfrentemos a las injusticias, que no digamos  en voz alta lo que pensamos, que dejemos de ser asertivos que  disimulemos, miremos para otro lado  y mintamos  si hace falta, que nos reprimamos a nosotros mismos, que renunciemos a los derechos y actuemos como si no tuviéramos convicciones. Que abjuremos de nuestras ideas políticas. En definitiva, que dejemos de ser ciudadanos y pasemos a ser  cosas.     

En España hay indicios de que “las cosas” podrían ir por ahí. De hecho la Comunidad de Madrid lleva años implantando el mismo modelo pero con otro collar. Frente a eso no cabe sino invitar a todes  a rebelarse y a profundizar en lo nuestro, el llamado km 0 de nuestra conciencia. Estamos a tiempo. Y recordemos siempre que las cosas importantes no son cosas.  

Les habló Enrique Monterroso. Cuídense y cuiden de los demás.

 

RETÓRICA DE CEMENTERIO      12-09-2025

Quizás de entre todos los males que aquejan a este país nuestro llamado España uno de los peores sea el de carecer de un partido de Estado basado en los principios del liberalismo, la democracia cristiana y el humanismo que represente a una buena parte de la sociedad española desde la moderación y la propuesta basada en la razón. Vamos, lo que se dice un partido conservador como los hubo en otros tiempos de nuestra historia reciente,  no reaccionario ni obsesionado en imitar los modos y maneras de la derecha más ultra en su radicalismo e irracionalidad. No es lo mismo conservador que reaccionario, dejémoslo claro.  Es, a mi juicio, una cuestión de Estado resolver, más temprano que tarde esta deriva de la derecha española actual  y recuperar dicho espacio político por el bien del propio país y de la democracia representativa. No hacerlo es caminar hacia un escenario en el que domine la sinrazón y se abra paso un clima social guerracivilista del que conocemos-por desgracia-  sus consecuencias tanto para la convivencia pacífica como para el propio desarrollo y bienestar económico.

Un ejemplo de lo que digo pueden ser las palabras de un portavoz de principal partido de la oposición en la actualidad cuando, recientemente,  ha hablado que “ ha llegado la hora  de cavar la fosa del gobierno”. No puede ser más desgraciada su expresión. Todos sabemos que las palabras no son inocentes y que no se tropieza uno con ellas sino que, en general, se habla como se piensa y se eligen los vocablos más adecuados y pretendidos para lo que se desea exponer. En este caso,  cavar una fosa no es una metáfora política sino una expresión punzante que lleva directamente a la memoria histórica de los españoles apelando directamente al imaginario franquista de las fosas comunes. Es un lapsus freudiano que delata un pensamiento del que lo dice y , lo que puede ser peor, del grupo político al que representa con su voz. Me parece gravísimo y pienso que perjudica en la misma medida las pretensiones de constituirse en alternativa al poder legítimo actual.

En el mejor de los casos es una torpeza política superlativa pues no es acercándose hasta confundirse con los propios franquistas como se puede conseguir el apoyo necesario en las urnas sino hablando y proponiendo soluciones a los temas candentes que afectan directa y gravemente al personal como la vivienda, la sanidad, la escuela pública o la reducción de la jornada laboral. No es resucitando fantasmas o utilizando el odio como combustible como se gana en credibilidad, en seriedad y en oportunidad para acceder al poder. Si uno es demócrata, claro.

Por eso, las palabras de este señor coordinador general de la derecha si cavan o socavan algo no es a un gobierno ni a su presidente sino a la democracia. Y cada palabra como esta (que no quiero repetir más) es como una palada de regalo a los más ultras a quienes les estorba la democracia que quisieran ver desaparecida y  que sólo la utilizan para acceder al poder. No podemos blanquear el odio ni disfrazar una retórica de cementerio como si fuera un debate político sin más. No. Esto es  claramente una estrategia equivocada que deben corregir quienes se sientan conservadores y demócratas YA.         

 

RETÓRICA DE CEMENTERIO      12-09-2025

Quizás de entre todos los males que aquejan a este país nuestro llamado España uno de los peores sea el de carecer de un partido de Estado basado en los principios del liberalismo, la democracia cristiana y el humanismo que represente a una buena parte de la sociedad española desde la moderación y la propuesta basada en la razón. Vamos, lo que se dice un partido conservador como los hubo en otros tiempos de nuestra historia reciente,  no reaccionario ni obsesionado en imitar los modos y maneras de la derecha más ultra en su radicalismo e irracionalidad. No es lo mismo conservador que reaccionario, dejémoslo claro.  Es, a mi juicio, una cuestión de Estado resolver, más temprano que tarde esta deriva de la derecha española actual  y recuperar dicho espacio político por el bien del propio país y de la democracia representativa. No hacerlo es caminar hacia un escenario en el que domine la sinrazón y se abra paso un clima social guerracivilista del que conocemos-por desgracia-  sus consecuencias tanto para la convivencia pacífica como para el propio desarrollo y bienestar económico.

Un ejemplo de lo que digo pueden ser las palabras de un portavoz de principal partido de la oposición en la actualidad cuando, recientemente,  ha hablado que “ ha llegado la hora  de cavar la fosa del gobierno”. No puede ser más desgraciada su expresión. Todos sabemos que las palabras no son inocentes y que no se tropieza uno con ellas sino que, en general, se habla como se piensa y se eligen los vocablos más adecuados y pretendidos para lo que se desea exponer. En este caso,  cavar una fosa no es una metáfora política sino una expresión punzante que lleva directamente a la memoria histórica de los españoles apelando directamente al imaginario franquista de las fosas comunes. Es un lapsus freudiano que delata un pensamiento del que lo dice y , lo que puede ser peor, del grupo político al que representa con su voz. Me parece gravísimo y pienso que perjudica en la misma medida las pretensiones de constituirse en alternativa al poder legítimo actual.

En el mejor de los casos es una torpeza política superlativa pues no es acercándose hasta confundirse con los propios franquistas como se puede conseguir el apoyo necesario en las urnas sino hablando y proponiendo soluciones a los temas candentes que afectan directa y gravemente al personal como la vivienda, la sanidad, la escuela pública o la reducción de la jornada laboral. No es resucitando fantasmas o utilizando el odio como combustible como se gana en credibilidad, en seriedad y en oportunidad para acceder al poder. Si uno es demócrata, claro.

Por eso, las palabras de este señor coordinador general de la derecha si cavan o socavan algo no es a un gobierno ni a su presidente sino a la democracia. Y cada palabra como esta (que no quiero repetir más) es como una palada de regalo a los más ultras a quienes les estorba la democracia que quisieran ver desaparecida y  que sólo la utilizan para acceder al poder. No podemos blanquear el odio ni disfrazar una retórica de cementerio como si fuera un debate político sin más. No. Esto es  claramente una estrategia equivocada que deben corregir quienes se sientan conservadores y demócratas YA.         

 

FLOTILLA  DE LA LIBERTAD

Tengo un amigo malagueño que forma parte de la Flotilla de la Libertad, una iniciativa compuesta por más de treinta embarcaciones que salió esta semana del puerto de Barcelona y que pretende, nada menos , que romper el cerco que impide que llegue ayuda humanitaria a los gazatíes que en estos momentos están abandonados a su suerte, no a la mala suerte sino  a la mala conciencia y a la crueldad del régimen sionista de Israel.

Manolo ( que así se llama mi amigo) no tiene miedo a lo que les puede suceder ante tal empeño, todo lo contrario. Respira un entusiasmo y  un compromiso que contagia a quienes leemos sus crónicas que día a día escribe desde el Sirius, un velero emblemático que forma parte de la flotilla.

Por esa especie de cuaderno de bitácora sabemos que la salida de la flota  fue una explosión de solidaridad y de emociones puestas en evidencia en el texto de una de las pancartas que decía “ todos vamos en el mismo barco” . Desgraciadamente no sé si esa frase es toda ella verdad pero sí estoy convencido de somos muchos, muchas los que nos vemos representados en ese todos. Porque no sólo han sido los barceloneses quienes han acudido a expresar con abrazos y lágrimas a los activistas que zarparon a enfrentarse a tantos riesgos como a buen seguro se enfrentarán , sino ciudadanos de toda España y del mundo entero de quienes la flotilla es un reflejo y un gesto que representa a  quienes exigimos poner fin al genocidio del pueblo palestino al que estamos asistiendo en vivo.

Les esperan , como mínimo, 15 días de navegación a estos activistas valientes que navegan en aguas procelosas en barcos pequeños puestos a punto para semejante travesía, un ejército de personas voluntarias que trabajan incansablemente por la paz , no un día o una semana , esporádicamente, sino toda una vida , como es el caso de Manolo , lo cual les hace ser imprescindibles como dicen que dijo Bertold Bretch. “ He vivido muchos momentos de catarsis en mi vida pero ninguno de la magnitud de este” dice mi amigo en su diario.

Efectivamente, es la primera vez en la historia que una gran flota de embarcaciones se dirige al corazón no de un conflicto de los muchos y variados que se dan por desgracia en nuestro mundo de hoy y de ayer sino de la madre de todos ellos como es el que viene manteniendo Israel en su afán por liquidar al pueblo de Palestina, ocupar su territorio e imponer su poder de forma violenta e inhumana. 

Estoy convencido de que esta flotilla que se ha puesto en marcha esta semana desde España rumbo a Gaza  será recordada como un hito en la historia de la lucha por  el derecho a existir de los pueblos, por el derecho internacional y la paz,  sin las cuales no se puede construir un mundo más justo e igualitario.

Su empeño será una senda de espinas : atacados militarmente, interceptados y devueltos para atrás, secuestrados… De todos los escollos posibles y probables, el presidente israelita ha comenzado con la advertencia de convertirlos a todos en terroristas, lo que le permitiría aplicarles una legislación que les conduciría a la cárcel, arriesgando sus vidas y  haciendo imposible su misión.  

Seamos optimistas, pidamos lo imposible como decían los utópicos. Y recordemos siempre a nuestro García Lorca cuando escribió : No hay nada tan hermoso como lo imposible.  

A navegar, Manolo. No estáis solos. Las velas y el corazón, henchidos.

Enrique Monterroso Madueño

2-09-2025

 

ESPAÑOLEZ                08-08-2025

En pleno sarampión racista, la ultraderecha vuelve a evocar la necesidad de proteger la "identidad española"  de esa "invasión" de inmigrantes que habría que expulsar-según ellos- antes de que se apoderen del país. Quienes así piensan y se manifiestan deben saber- de hecho lo saben perfectamente-que casi el 40%  de esos marroquíes inmigrantes recogen nuestras fresas, nuestros melones y nuestra fruta en general; un 15% de esos marroquíes son los que construyen nuestras casas y viviendas mientras que otro 15% friegan y  limpian y el resto trabaja de estranjis en la restauración. Y a corto plazo harán falta muchos más para limpiar culos a tanta viejecita y viejecito español en vista de que los más allegados no están operativos. 

Los franquistas-hablemos claro-   que atizan los pogromos contra los trabajadores (y las derechas colindantes que replican sus discursos y apoyan sus propuestas) alegan siempre la cuestión de la "integración": los inmigrantes no se integran en "nuestra" cultura. Como si la integración fuera echar un huevo a freír; como si la integración fuera cosa de uno y no de dos; como si la integración fuera un estado ansiado y no forzado; como si la integración no supusiera  una ruptura que debe doler tela.   Es falso este pseudoargumento de las derechonas  a quienes se les ve el plumero cuando , por ejemplo  ,no piden integración, a los millonarios venezolanos que compran el parque de viviendas de Madrid encareciendo los precios; como tampoco  piden integración a   los árabes  que invierten  en la Costa del Sol. En realidad , quienes hacen de esto un campo de batalla ideológica  no quieren que los inmigrantes se integren;  es más, hacen todo lo posible para evitarlo. 

Todos debemos saber que , los inmigrantes que recogen nuestros melones, hacen  nuestras casas, barren y friegan nuestras propiedades etc etc están en realidad perfectamente integrados en el capitalismo global. ¿ O hay otro y no me he enterado? Pero sobre todo- que es lo que nos trae aquí en este tórrido eran español- los inmigrantes  están  perfectamente integrados en el imaginario colectivo hispano como un potencial amenazador de  la permanente reivindicación de la “españolez”, esa  imperiosa  necesidad de construcción nacional por un lado  y de destrucción de  fronteras internas por otro;  de creación de “antiespañoles”  a los que necesitamos dentro de nuestro solar patrio para que la cosa  funcione,    explotados económicamente pero culturalmente amenazadores. Eso es lo que pretendemos, una convivencia de conveniencia.

Eso que llamamos fascismo o franquismo es, en realidad, un plan organizado contra la integración de la inmigración, aunque sea en su versión de convivencia de  conveniencia. La violencia fascista en Torre Pacheco, en Jumilla en Lepe o Castelldeferro no es un "incidente": es el mensaje. Los alborotadores no pretenden  la venganza ni hacer justicia. No. La violencia   antiinmigración es organizada , no improvisada y   se propone expresamente romper   la   convivencia entre nacionales y extranjeros a nuestro servicio , aunque sea por  conveniencia. El objetivo de Torre Pacheco y de todos los “torrepachecos” no es conjurar una amenaza sino crearla,  que la comunidad inmigrante  (y especialmente la de origen marroquí) se sienta amenazada y  se cierre a la defensiva, de manera que se la perciba como amenazadora y provoque reacciones de “españolez”. 

Sus planes no contemplan  integración alguna; no pretende suprimir al "moro"; al contrario, pretenden conservarlo siempre "moro", cada vez más "morificado", como enemigo interno en torno al cual crear, justificar igual que en el pasado, una "nación verdadera". Los "moros" , como antagonistas imaginarios , están plenamente integrados  en los planes de involución autoritaria en España. Siempre lo estuvieron.  

A ver si se enteran las derechas españolas. España, que no es fascista, no está vacunada , sin embargo, contra la violencia organizada. A la violencia organizada no se puede responder con violencia pero sí con organización. Somos más los demócratas españoles pero desorganizados. Hay valores universales imprescindibles  que no podemos dejar en manos de ciberactivistas nazis.

Así de claro, así de oscuro.

 

EL UMBRAL                 3-08-2025

La muerte por inanición en Gaza-Palestina no marca el inicio del genocidio sino la fase final. Digo esto porque estos días de agosto  puede parecer que se ha empezado a reaccionar ante la barbarie. No. El crimen ya se ha consumado. Hablar ahora de derechos humanos es una forma de pretender lavar  nuestras conciencias mediante la absolución de los cómplices porque en Gaza-Palestina el umbral del no retorno ya se ha cruzado.

Efectivamente, en estos días/semanas algo parece haber cambiado en el tratamiento político y mediático del tema. Quienes hasta hace poco callaban o trataban de justificar lo injustificable poniendo por delante los atentados de Hamás, empiezan ahora a reconocer la barbarie. Organismos internacionales hablan directamente de hambruna. Diplomáticos dejan entrever en sus calculadas expresiones que el sufrimiento de gazatíes-palestinos es algo más que una consecuencia inevitable de toda guerra. No, lo que sucede en Gaza-Palestina no es una guerra, es un exterminio. Medios de comunicación que durante todo este tiempo se han negado a usar la palabra genocidio ahora se atreven a mostrar imágenes de niños esqueléticos en la antesala de su muerte por inanición.

¿ Qué ha sucedido para este cambio? Esta repentina sensibilidad no es debida a un cambio de la situación sobre el terreno, no es que haya más horror hoy que ayer. Es que el umbral de impunidad se ha traspasado. Con la mayoría de las infraestructuras arrasadas, con las escuelas y hospitales destruidos o cerrados, con un sistema sanitario absolutamente colapsado, con el agua contaminada o inexistente, con la agricultura arrasada, con el comercio de la nada, con la ayuda humanitaria bloqueada o disparada, con la población desplazada , obligada a huir despavorida dentro de un territorio cercado, el reconocimiento de la hambruna no es un alerta temprana tipo dana. Todo lo contrario, es un reconocimiento tardío. No estamos ante  el inicio de una fase crítica. El crimen lleva mucho tiempo perpetrándose. Por eso, denunciar ahora el hambre y enseñar sólo las imágenes de madres llorando sobre cuerpos diminutos ya no pone en riesgo nada. Porque el crimen ya se ha consumado, se ha traspasado el umbral. Las fotos que hay que poner son las de sus responsables ante la Historia para no olvidarlas pronto, pasado mañana.

El proyecto genocida ha logrado sus objetivos estratégicos más inmediatos. Cuesta hasta trabajo hasta el escribirlo o decirlo. Hoy no es que Gaza esté pasando por un momento crítico y haya que correr en su ayuda. Gaza-Palestina ya ha sido destruida porque el hambre es un arma de descomposición masiva , una forma de control que destruye no sólo cuerpos sino vínculos sociales, normas compartidas y horizontes comunes.

El hambre hace competir, desconfiar, aislarse, pelear por un  cazo de lentejas. El hambre transforma cada día de vida en una guerra por la supervivencia individual, rompe la posibilidad de cuidar , de organizar, de resistir.  El norteamericano experto en seguridad alimentaria  Alex de Waal lo ha dicho bien clarito : la inanición deliberada no sólo mata sino que produce un tipo de muerte que debilita la capacidad misma de contarlo, de dejar memoria, de reclamar reparación. El hambre disuelve lo común.

Es de lo que se trata, de borrar la historia.

Enrique Monterroso Madueño

 

 

NO ECHAR PAN A LAS PALOMAS   28-07-2025

Es un dato irrebatible la progresiva y muy notoria invasión de palomas observable en parques , jardines y viario de cualquier ciudad española. Desvergonzadas, casi nos picotean los pies y ya hemos visto a alguna osada ventilarse el bocadillo de algún despreocupado infante. Nos sobrevuelan, nos gritan, nos asustan con su aleteo. Nos han perdido el respeto. ¡ Desagradecidas! Con la cantidad de miguitas de pan con la que les venimos alimentando durante tantos y tantos años. 

Mismamente, como hemos hecho con los fascistas, nazis, populistas, semifascistas, seminazis, y semipopulistas. O sea, con los fachas, término global que todos entendemos a la perfección. Y es que también ellos- como las palomas-  nos han perdido el miedo. Graznan sus repugnantes eslóganes y apenas se nos mueve un pelo  cuando salen a la calle armados de palos para matar moros o acabar con los maricones o las marimachos  o disparan a matar cuando los famélicos gazatíes salen a buscar un mendrugo de pan. Hemos bajado la guardia y como palomas agresivas, ruidosas y envalentonadas, han logrado que  lo irracional, lo salvaje, nos parezca casi normal.

Si nos estrujamos un poco la sesera podemos recordar que apenas si ha pasado un lustro, en el que las derechas europeas planteaban un círculo de seguridad –cordón sanitario lo llamaban- para impedir que los antidemócratas, los fanáticos de la extrema derecha, los émulos de Hitler, Mussolini o José Antonio nos comieran por los pies. Tenemos todo el derecho a pensar distinto, claman estos desalmados; a lo que responde de forma certera y  brillante José Antonio Marina en su libro  La Vacuna contra la estupidez: “El derecho a la libertad de creencias protege al individuo que cree, no al contenido de la creencia”. Vamos, que tenemos todo el derecho a despreciar las ideas de estos malnacidos que abogan por doblarnos la cerviz a los demócratas, por excluir a los pobres y llenar las alforjas de los ricos, por borrar la diversidad racial o cultural y, en definitiva ,  volver al ideario nazi.  

Es doloroso, sí, pero aún más lo es la complacencia o la indiferencia de la sociedad  civilizada que tiene ante sus ojos la barbarie de los violentos agresores, pero cobarde y miserable, mira hacia otro lado mientras sigue impertérrita sus rutinas , o peor, pueden algunos  incluso dudar si merecemos esas agresiones , aunque sean verbales.

Los alemanes , que tienen experiencia propia en nazismo, tienen una palabra interesante para estos ciudadanos conformistas o ciegos que no quisieron ver  los crímenes atroces del nazismo: Mitläufer. Pues bien, toda Europa, todo Estados Unidos, todo El Salvador y, en grado superlativo, todo Israel vive con ese término tatuado a fuego en la frente, Mitläufer. ¿Cómo definir a esos israelíes, jóvenes, maduros o ancianos, hombres o mujeres, fontaneros, catedráticos de universidad, abogados, arquitectos, residentes en Tel Aviv, Jerusalén o Haifa, tomando tan ricamente el sol en la playa  mientras miles de niños se mueren de hambre, sus padres acribillados tratando de conseguir un poco de comida?

No, no hay que echar miguitas de pan a las palomas ni sándwiches de salmón ahumado a las gaviotas. Demasiada confianza, demasiado olvido, demasiada pasividad  ya sabemos a dónde conduce, a repetir la historia.

 

 

LA TOALLA                        27-06-2025

El crecimiento económico de España del 2,6 para este año 2025 ( cuatro veces más que la media de la UE) ; el descenso de la tasa de paro y una inflación del 2% ; el incremento de las exportaciones españolas; el despegue de la bolsa de valores con una situación que no se conocía desde 2008;  el incremento de la productividad así como la calificación positiva de las agencias internacionales para la deuda soberna de España, todo,  todo ello junto refleja la confianza en la evolución económica de este país llamado España. Esto es fundamental pues así es como nos ven los de fuera , el capital y sus grandes inversores que no ven en España lobos,  peligros ni riesgos. Pero algunos de dentro, no lo ven o no lo quieren ver y se empeñan en etiquetarnos  como un país en estado casi terminal.  

Claro, la moneda tiene otra cara, ciertamente. También tenemos enormes dificultades en el acceso a la vivienda, desigualdad y hasta pobreza , con énfasis en la población infantil.  También tenemos un contexto en el que nos movemos desolador. Tenemos al guerrero naranja y su colega israelí junto a los ayatolás que no son tampoco angelitos pegando tiros, jugando a la guerra, empeñados en destruir el futuro , destrucción que comenzará brevemente con la economía que causa más muertos que las bombas.

Estamos, pues, ante un extraño caos aquí en nuestro país. Porque sin esconder los problemas que existen, muchos indicadores delatan una situación económico-social totalmente alejada del precipicio, alejada del estado catastrófico que se pregona, por la clase política , mediática y empresarial reaccionaria que se aferra  en la  tergiversación, en la mentira y en aprovechar los regalos que le ofrecen los aconteceres de la falta de ética de  personajes emboscados cerca del poder. Alimentar el caos en definitiva.

Es evidente que hay en estos momentos una estrategia inflamatoria sobre cualquier acontecimiento con el objetivo claro de sacar tajada. Las descalificaciones personales, los insultos, las manipulaciones y la deshumanización de individuos concretos siempre se han producido en este país pero ahora, además, con la inestimable ayuda de las redes y – por si faltaba alguien, parió abuela-  de la Inteligencia Artificial.

Mucho de lo que estamos viendo hoy en día aquí coincide con lo que sabemos de la historia contemporánea de España trufada  por la intransigencia, la incultura, la violencia y la pretensión inconfesada de mantener el estado de postración, miseria y analfabetismo al conjunto de la población que es los que interesa a algunos y que , en buena medida , hemos dejado para siempre atrás.  

Pero también la Historia nos enseña que la desunión perjudica al progreso, afianza el paso de los reaccionarios, lamina nuevas posibilidades de cambio, de transformación. El gran historiador Eric Hobsbawm decía que “las fuerzas progresistas tienen el hábito de pelear más consigo mismas que contra el enemigo”. El progreso no puede dividirse de forma irremediable por ideas. Tener la razón antes que tener el poder es una vía que puede proporcionar una falsa e infantil tranquilidad de conciencia. Cambiar las cosas no es echar un huevo a freir: requiere tiempo, esfuerzo, resolución de discrepancias, de enfados, de distanciamientos incluso. Se debe tener claro cuál es la alternativa, tener claro lo que se tiene  y que puede perderse o no conseguirse si diferencias internas menores adquieren categoría mayor en la búsqueda del poder, si cada uno pretende tener toda la razón.

Por eso , en mi opinión lo importante es resaltar que lo urgente no mate lo importante; que los árboles no impidan ver el bosque; que hay que pasar de los tanques y las palabras flamígeras y falsas a la razón , a la sensatez y a querernos un poco más. Para eso es imprescindible creer en algo, confiar y  no tirar la toalla.  

Me despido de ustedes. No sé cuánto, el tiempo lo dirá.

 

 

 

ESPAÑA 1931-2025

Es un dicho muy común el de que “la historia se repite”. Este picotazo de hoy no es para asustar a nadie pero si miramos un poco hacia atrás podemos observar la semejanza entre lo que estamos viviendo en el plano político en este 2025 y lo vivido en la España de 1931. En la misma España.

La Universitat Pompeu Fabra acaba de editar un libro póstumo del historiador económico Josep Fontana ('La República', Barcelona 2025), que recoge sus clases de doctorado impartidas sobre la Segunda República española. En este estudio se subraya el propósito central de la República: la adopción de un régimen democrático que iniciara cambios y avances ya presentes en otras naciones incidiendo en la raíz de los problemas que arrastraba la sociedad y la economía española (analfabetismo, escasez de medidas sanitarias, dejadez por la cultura, problemas agrarios e industriales, proyectos  inmediatamente bombardeados más que contestados   desde el primer momento por las fuerzas reaccionarias.

Desde el mismo 14 de abril de 1931 aparecieron las primeras señales de la agitación y conspiración para la subversión de las derechas españolas  contra este proyecto de transformación de España poniendo en marcha  un feroz y violento vendaval de descalificación hacia el nuevo régimen: “Gobierno ilegítimo”, “amenaza separatista”, “revolución comunista”… constituían algunos de los epítetos recurrentes que buscaban, repito, desde los primeros días, desestabilizar al gobierno de la República. ¿ Les suena algo?

La estrategia golpista se expandió como la pólvora: propagación de mentiras, boicots reiterados a la acción gubernamental, exageración máxima de una supuesta peligrosidad que acarreaban los avances que se pusieron en marcha , entre otros: la creación de plazas para siete mil maestros, la construcción de diecisiete mil escuelas, el desempeño de las Misiones Pedagógicas, y las tímidas propuestas de una reforma agraria nunca llevada a término en su totalidad, etc.–. ¡ Y no había redes sociales …! La tesis “golpista” según la cual un gobierno ilegítimo perseguía la revolución comunista envenenaba a las capas sociales más poderosas hasta el punto de dar dos golpes de estado uno primero fallido   (la “Sanjurjada”) en  agosto de 1932 y un segundo triunfador en julio del 36. Ahí me paro.

La historia se repite. Vayamos a la actualidad. En 2018, tras una moción de censura, se articuló un gobierno progresista en esta misma España. Éste fue inmediatamente calificado como “gobierno ilegítimo”, “socialcomunista”, “bolivariano”, sin otro objetivo que el desgaste y la desestabilización del nuevo Ejecutivo. En tal contexto, a las dificultades objetivas como la irrupción de una pandemia, la erupción de un volcán, las consecuencias de los acontecimientos en Cataluña, el estallido de una guerra en Europa, el repunte de la inflación, la letalidad de la DANA, un apagón generalizado… entre otros desafíos acaecidos en un margen temporal breve, se respondió desde el Gobierno con más inversiones, ayudas, subvenciones, apoyos fiscales, preservación de puestos de trabajo y normativas tendentes a restablecer puentes de diálogo para “desinflamar” la confrontación política, en particular en Cataluña.

La respuesta de las fuerzas reaccionarias en todos esos retos, recientemente vividos,  todos inesperados y que constituían problemas de Estado, ha sido  la negación de cualquier soporte al Gobierno. Anatemas auspiciados con mentiras, exageraciones, tergiversaciones y una escalada verbal de deshumanización que eriza la piel y a los mayores que hemos leído nos reactiva la memoria. . Algo muy parecido –aunque la rima sea, como es natural, imperfecta– a lo sucedido  décadas antes, durante la Segunda República en esta nuestra misma España.No es preciso añadir más. Quien pueda entender , que entienda. Si acaso, terminar con  las palabras del poeta español Angel González “ la historia española es como la morcilla de mi pueblo , se hace con sangre y se repite”. Atentos, pues. 

 

 

MÁS CAÑA                         6-06-2025

Irene Vallejo acaba de publicar un artículo sobre la importancia de las palaras en la vida pública y su adulteración. Evidentemente, con lo que está cayendo en España, servidor lo aplica a la actual tormenta de palabras utilizadas como armas  de destrucción por utilizar un término ya conocido.  Comienza la autora  citando El Libro de  Buen Amor  del Arcipreste de Hita  cuando dice : “Por una frasecilla se pierde un gran amor, por  una pequeña pelea nace un fuerte rencor; el buen hablar siempre hace de lo bueno, lo mejor, el mal hablar hace de lo malo, lo peor” . En efecto, estamos comprobando en España un día sí y otro también en las relaciones políticas en nuestro país cómo el lenguaje sube de tono y de agresividad. Se usan palabras y expresiones que forman parte de la estrategia de emponzoñar para crear sensaciones en la ciudadanía de que estamos ante un escenario insoportable y que sólo se puede salvar destruyendo algo y alguien.  

La cuestión es llamativa por cuanto las noticias hablan con datos recientes en las manos no sólo de que España va bien y los españoles con ella sino de que quienes vociferan no proponen nada y casi les molesta que les molestan que baje el paro, suban los cotizantes a Hacienda, baje la inflación, se pague menos por las hipotecas o que la inmigración esté cada día más integrada. No. Algunos practican eso tan leninista ( sí, de Lenin) de “ cuanto peor, mejor”.

Por desgracia en política- al menos en la política española de estos años – no hay adversidad , hay rencor; no hay discrepancias, hay odio; no hay alternativas , hay hostilidad. Hostilidad viene del latín  hostis que quiere decir enemigo. La política no se desarrolla en un ámbito institucional sino en un campo de batalla en que vale todo  y donde todo es todo con tal de que el adversario- convertido en irreconciliable enemigo- caiga, caiga como sea sin esperar a que las urnas se pronuncien.

Se trata de una estrategia peligrosa pues supone el abandono del intento de convencimiento a través de argumentos y razones. Se trata de vencer, no de convencer.  Piénsese que ahora mismo  para ganar elecciones no hay que hacer un programa sino extender sensaciones, emociones que sean fácilmente asimilables. En este punto justo es recordar aquello de “ programa, programa, programa “ del imán Julio Anguita, el profeta de tantas cosas por él advertidas.

En realidad los excesos tienen primero unos destinatarios clave que son la propia familia política, su rebaño de incondicionales a los que hay que mantener bien nutridos y con estas barbaridades de intensidad creciente con tal de mantenerlos unidos. “Más caña”, suelen pedir al líder los más entregados a la causa. Y el líder o la lideresa  se la da en forma de improperios. Pero no hay que olvidar que dichos excesos tienen también otros destinatarios que son los que están por medio, los que se encogen de hombros, los silenciosos, los equidistantes, gentes sencillas que no entienden nada de los que oyen y  pueden dudar y ser captadas como rehenes de quienes no forman parte de sus intereses como clase social. Ya se sabe : hay gentes de derechas , hay gente de izquierdas y gente cabreada por cualquier cosa , muy especialmente ahora por la vivienda y sus alquileres; pues a estos va dirigido el arreón de las palabras de estos días.

Atentos pues.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La estrategia adoptada es la de forzar, retorcer el lenguaje hasta el límite recurriendo a excesos verbales dirigidos con crudeza, sin pelos en la lengua a quien ostenta el poder legítimo con el objetivo de que caiga por aplastamiento de las palabras .  Hipérbole se llama la figura, que quiere decir exceso, amplificación exagerada de la realidad con objeto de darle mayor énfasis.

 

Por eso algunos lideres y lideresas políticos no hablan , enfatizan, dan titulares que otros rápidamente recogen y difunden, anatemizan, ridiculizan. En realidad es un menosprecio de la gente que escucha,  a la que parecen considerar lela, débiles mentales incapaces de distinguir un libelo de una verdad, de diferenciar un eslogan de una idea.

 

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