ESPAÑOLEZ 08-08-2025
En pleno sarampión racista,
la ultraderecha vuelve a evocar la necesidad de proteger
la "identidad española" de
esa "invasión" de inmigrantes que habría que expulsar-según
ellos- antes de que se apoderen del país. Quienes así piensan y se manifiestan
deben saber- de hecho lo saben perfectamente-que casi el 40% de esos marroquíes inmigrantes recogen
nuestras fresas, nuestros melones y nuestra fruta en general; un 15% de esos
marroquíes son los que construyen nuestras casas y viviendas mientras que otro
15% friegan y limpian y el resto trabaja
de estranjis en la restauración. Y a corto plazo harán falta muchos más para
limpiar culos a tanta viejecita y viejecito español en vista de que los más
allegados no están operativos.
Los franquistas-hablemos
claro- que atizan los pogromos contra los
trabajadores (y las derechas colindantes que replican sus discursos y apoyan
sus propuestas) alegan siempre la cuestión de la "integración":
los inmigrantes no se integran en "nuestra" cultura. Como
si la integración fuera echar un huevo a freír; como si la integración fuera
cosa de uno y no de dos; como si la integración fuera un estado ansiado y no
forzado; como si la integración no supusiera
una ruptura que debe doler tela. Es falso este pseudoargumento de las
derechonas a quienes se les ve el
plumero cuando , por ejemplo ,no piden
integración, a los millonarios venezolanos que compran el parque de viviendas
de Madrid encareciendo los precios; como tampoco piden integración a los árabes
que invierten en la Costa del
Sol. En realidad , quienes hacen de esto un campo de batalla ideológica no quieren que los inmigrantes se
integren; es más, hacen todo lo posible
para evitarlo.
Todos debemos saber que ,
los inmigrantes que recogen nuestros melones, hacen nuestras casas, barren y friegan nuestras
propiedades etc etc están en realidad perfectamente integrados en el
capitalismo global. ¿ O hay otro y no me he enterado? Pero sobre todo- que es
lo que nos trae aquí en este tórrido eran español- los inmigrantes están perfectamente integrados en el imaginario
colectivo hispano como un potencial amenazador de la permanente reivindicación de la “españolez”,
esa imperiosa necesidad de construcción nacional por un
lado y de destrucción de fronteras internas por otro; de creación de “antiespañoles” a los que necesitamos dentro de nuestro solar
patrio para que la cosa funcione, explotados económicamente pero
culturalmente amenazadores. Eso es lo que pretendemos, una convivencia de
conveniencia.
Eso que llamamos fascismo o
franquismo es, en realidad, un plan organizado contra la integración de la
inmigración, aunque sea en su versión de convivencia de conveniencia. La violencia fascista en Torre
Pacheco, en Jumilla en Lepe o Castelldeferro no es un "incidente":
es el mensaje. Los alborotadores no pretenden la venganza ni hacer justicia. No. La
violencia antiinmigración es organizada , no improvisada
y se propone expresamente romper la
convivencia entre nacionales y extranjeros a nuestro servicio , aunque
sea por conveniencia. El objetivo de
Torre Pacheco y de todos los “torrepachecos” no es conjurar una amenaza sino
crearla, que la comunidad
inmigrante (y especialmente la de origen
marroquí) se sienta amenazada y se
cierre a la defensiva, de manera que se la perciba como amenazadora y provoque
reacciones de “españolez”.
Sus planes no contemplan integración alguna; no pretende suprimir
al "moro"; al contrario, pretenden conservarlo
siempre "moro", cada vez más "morificado",
como enemigo interno en torno al cual crear, justificar igual que en
el pasado, una "nación verdadera". Los "moros" ,
como antagonistas imaginarios , están plenamente integrados en los planes de involución autoritaria en
España. Siempre lo estuvieron.
A ver si se enteran las
derechas españolas. España, que no es fascista, no está vacunada , sin embargo,
contra la violencia organizada. A la violencia organizada no se puede responder
con violencia pero sí con organización. Somos más los demócratas españoles pero
desorganizados. Hay valores universales imprescindibles que no podemos dejar en manos de
ciberactivistas nazis.
Así de claro, así de oscuro.
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