EL BOFETON
Enrique Monterroso 1-04-2022
Sé que resulta muy progre que ,siendo hombre, critique oralmente
la vieja masculinidad y defienda nuevas actitudes
y nuevos comportamientos masculinos derivados de la igualdad entre los géneros, o
sea, que defienda la llamada “nueva masculinidad”. Nótese , no obstante, que he
dicho crítica oral dando a entender claramente que las más de las veces esta
censura de la viejuna forma de ser hombre y comportarse como tal obedece a una
pose, a un look , a un postureo pues
cuando hay que demostrar con hechos lo
que realmente nos define caemos en contradicciones insuperables. ¿ Cómo es
posible que siendo hombre diga y reconozca esto? Pues eso , precisamente por
ser hombre y conocerme.
Viene esto a propósito-ya lo habrán adivinado- del bofetón
que el actor Will Smith le dio al presentador de la gala de los óscar que hemos
visto en prime time y repetidamente. ¿Cómo es posible que un hombre como este
que se hace pasar por un tipo amable y tolerante , progresista, que hace pelis
donde el hombre no se comporta como un
carca , que al parecer defiende la llamada nueva masculinidad , cómo es posible
-repito- que haya reaccionado partiéndole la cara a otro hombre , humorista
como él, por hacer un chiste fácil y
malo sobre su pareja? ¿ Estamos ante una contradicción insuperable derivada de
su condición de hombre o fue un
gatillazo? Yo creo que el actor
estadounidense ha encarnado perfectamente
el papel de tipo progre que tiene el
discurso aprendido pero que no es capaz de llevarlo a la práctica. En todo caso
se repite lo que muchos de nosotros somos : hombres con un discurso aprendido ,
en el que creemos incluso, pero
incapaces de controlarnos o autoregularnos cuando hay que demostrar con hechos lo
que pensamos y decimos. Es lo que Adela Cortina llama la ética verbalizada o la oralidad de la moral.
Hay un principio básico en la lucha feminista que afirma que
la igualdad incluye a los hombres. Y que poco se avanza en este sentido si no
se parte de la necesidad de un cambio de conciencia , de un cambio en las
actitudes y en las maneras de comportarse . Ese cambio profundo va más allá de
saber llorar o de permitirse mostrar emociones; sino que tiene que ver
fundamentalmente con auto regularse, es decir, saber cuándo toca controlarse en
lugar de dar un bofetón por muy dolido que te sientas.
La actitud de este tal Will Smith conecta con esa
masculinidad que termina reproduciendo el mismo modelo que critica, llegando
incluso a la violencia física o verbal cuando, por ejemplo, otro hombre ofende
a su pareja. No nos engañemos , esa
nueva masculinidad es la masculinidad de siempre , la que ya conocemos porque
la llevamos en el ADN y que demuestra hasta qué punto no hemos cambiado
tanto.
El comportamiento de Will , de todos los Will diría yo, es un ejemplo claro de esa contradictoria y
falsa masculinidad que, por un lado, asume el papel de hombre como protector y por otro recurre a la violencia como forma de resolución
de los conflictos que se le presentan; y mucho más cuando ese conflicto sucede con otro varón
con el que de alguna manera se establece una competición para determinar quién
es más macho.
Como colofón : personalmente no sé si me pareció tan mal el
bofetón como las palabras y el lloriqueo del agresor para disculparse : “Estoy abrumado por lo que Dios me está
pidiendo que haga y sea en este mundo. He recibido el llamado de amar y
proteger a mi gente. Ya sé que en esta profesión tenemos que ser capaces de
sufrir insultos, aguantar que la gente nos falte al respeto, sonreír y hacer
como si no pasara nada (...) El amor te hace cometer locuras”. Aquí está la
clave : es el amor el que nos lleva a hacer este tipo de locuras, todo lo que hacemos
es por amor, el amor lo justifica y lo perdona todo.
A falta de saber si la actitud de Will Smith tendrá algún
tipo de consecuencias, hay una cosa clara que señala con el dedo a toda la
sociedad : un hombre que ha cometido una agresión en directo y que la ha
justificado en el nombre del amor ha podido seguir asistiendo a la gala en primera
fila. La complicidad es evidente.
Por lo demás , recordar que mañana es el día del autismo.
Porque todos nosotros tenemos algo de autismo y , por ende, el derecho a disfrutar de una
vida feliz.