ALGO PASA EN LA ESCUELA
En la casa se aprende a saludar , a dar las gracias, ser
limpios, ser honestos, ser puntuales, ser correctos, hablar bien, no decir
groserías, respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, ser solidarios,
comer con la boca cerrada, no robar, no mentir, cuidar la propiedad y la propiedad ajena, ser
organizados…
En la escuela se aprende Matemáticas, Lenguaje, Ciencias,
Ingles, Geografía, Geometría…y se refuerzan los valores que los padres y las
madres han inculcado a sus hijos.
Y termina : no le pidamos al maestro que arregle los agujeros
que hay en nuestro hogar.
Sin desperdicio. Ante cosas tan sencillas y tan evidentes
como ésta, la reacción normal de quienes la leen es asentir, estar totalmente
de acuerdo sin titubear y compartirlo con otras personas antes de continuar con
nuestras faenas respectivas sin reflexionar demasiado, sin preocuparse, no
reconociéndose en los agujeros que enumera el autor de la frase y , por
supuesto, sin hacer propósito de enmienda alguno.
Si la leyeron bien se dieron cuenta que la frase es pura
retórica porque da por supuesto que es así como sucede en la realidad, en la
práctica al establecer algo tan básico
como los aprendizajes que corresponden a la casa , a la familia y los que
corresponden a la escuela, a la institución escolar. Pero todos sabemos que no
es así. Incluso , diría que es al revés, pues
a menudo uno se encuentra con una infancia que no viene de casa educada
precisamente porque alguien cree firmemente que para eso está la escuela. Y lo
mismo sucede con los llamados deberes escolares que se procuran fuera del aula
y así tenemos cada tarde una academia en
cada casa.
Y precisamente porque
no es así como dice Pepe Múgica es por
lo que hay tantos conflictos hoy en día en las escuelas sin que a la sociedad,
a las comunidades educativas, al profesorado les inquieten demasiado. Desde
luego , algo pasa en las aulas, en los patios escolares, en lo entornos
cercanos. Todos tienen o tenemos quejas
sobre el tema pero leo pocas descripciones , pocos análisis de los motivos.
Algo debe estar pasando pero no lo sabemos con certeza. Mi lema es que antes
de preocuparse hay que ocuparse; antes
de lamentarse hay que indagar, comenzando
por lo que tenemos más cercano que somos nosotros mismos. Antes de mirar
hacia fuera hay que mirar hacia dentro y tener la actitud necesaria como para
reconocer errores educativos en nuestro entorno antes de buscarlos en los
demás. Es aquello tan , tan clarividente
como ver la paja en el ojo ajeno antes de ver la viga en el propio ojo.
Desde luego no voy a seguir por esta senda pues puede sonar a
un sermón rancio y antiguo. Además, no hace falta quebrarse mucho la cabeza ni
buscar muchas responsabilidades porque ya tenemos una bien clara y es el
teléfono que se ha convertido, en la causa de todos los males que acaecen a
esta sociedad, incluida la escuela. Pero no sabemos explicarlo porque resulta
que el teléfono( entiéndase, las nuevas tecnologías) es el paradigma de la hipocresía, todos lo
usamos y todos lo censuramos ; todos reconocemos su perversión potencial pero
pocos se aplican el cuento. Lo único que
hacemos, porque se nos da bien, es criticar.
Desde luego, algo está pasando en la escuela y no lo voy a
resolver en un artículo de opinión, pero urge aplicarse en organizar un debate
primero individual y luego colectivo en
torno a un diagnóstico que, al menos , nos permita reconocernos en los síntomas
de esta agitada situación que se prodiga con tanta facilidad y velocidad y que
está provocando que nadie esté contento, que muchos educadores( padres y
profesores) lo traduzcan en ansiedad y en parálisis : no saber qué hacer ni
cómo actuar.
Sólo dos cosas tengo claras como opinador : uno, que la educación
es cuestión de modelos o sea que el ejemplo es lo que educa y no las palabras.
Y dos, que la escuela no puede dejar de ser el epicentro de la educación, vamos
, que no puede ser sustituida por las redes.
Ahí lo dejo.