NADA MÁS SERIO 25-05-2023
Asistimos en vivo y en directo no a una campaña electoral, sino a un espectáculo denigrante que habla de la poca
o nula moralidad con la que algunos contendientes – no todos, por favor, no nos equivoquemos-
están mostrando vertiendo sus miserias con absoluta impudicia. De tal
manera que cuando leo o escucho tantas barbaridades lo primero que pienso es si son muchos o pocos los votantes que
puedan confiar en seres tan sucios para gestionar asuntos fundamentales de sus
vidas.
También me pregunto si sabrán los electores qué se vota este domingo. A
estas alturas y a tenor del fragor de las palabras y los hechos se puede
afirmar que asistimos a una muy sucia batalla por el poder, no por el
poder local sino el de la España entera. Todos sabemos que no son las cuestiones locales que conforman el
día a día en nuestros pueblos -los equipamientos, la educación, los servicios
públicos, el cómo afrontar el cambio climático, los barrios etc etc- , no
son-repito-las que se presentan a examen el domingo , sino tumbar al
sanchismo. Lo repiten constantemente los medios de sus aparatos . Las
elecciones son locales pero una parte de
la involución corrupta española saliva pensando “tumbar” YA ( vaya verbo) al gobierno sin esperar a las calendas de
noviembre.
Definitivamente la política española está, sigue estando muy enquistada y –
salvo cortos períodos recientes en que pareció que el aire fresco iba a depurar
tanta lacra heredada- cualquier confrontación electoral , ya sea local,
regional o nacional ,se convierte en un combate a dos, en un plebiscito escolástico
entre el bien o el mal, defendiendo cada españolito lo que es el bien y el mal. Y ello a pesar de que son varias las opciones
que aspiran a representar a la incuestionable pluralidad de la ciudadanía (
ocho aquí en Marbella) pero, llegada la
hora de la verdad, son mayoría quienes parecen preferir eso tan español de quedarse tuertos con tal de ver al otro ciego
reduciendo la contienda en una pelea a dos.
En ese contexto reduccionista y no representativo, muchos votantes actúan
como si no les molestara demasiado la degradación moral de aquellos a quienes eligen
para representarles, su capacitación, su mochila, su saber hacer, su
trayectoria política, su balance de hechos y
no hechos . Sino que lo que les
importa es tratar de impedir que “ el otro” gane; al enemigo, ni agua. No hay
transferencia política en España entre un bando y el otro a través de organizaciones
que estén dispuestas a pactar soluciones y no embestidas.
Puede
que el domingo a algunas personas las
vísceras les pidan no votar , pasar de
largo, no apoyar a nadie aunque eso suponga un abandono de toda implicación en
los asuntos comunes que nos afectan, una actitud a todas luces egoísta .Con
dicha actitud y con la ley D’ont en la
mano, se contribuye decisivamente a concentrar el poder entre las marcas más
poderosas (como si de Coca o Pepsi se tratara), a polarizar el resultado final
de forma poco o nada representativa de la sociedad. Puede , además, que la
abstención sea una estrategia buscada de forma astuta si pensamos que entre unos y otros ( y sálvese quien pueda) históricamente el éxito
electoral de las derechas en España ha sido directamente proporcional al
porcentaje de gente a la que se consiguió dejar en su casa ese día. La compra
del voto por correo de estos días no es otra cosa.
Por el contrario,
es votando, participando como se puede detener este deterioro de la vida política y ciudadana y recuperar el respeto por nosotros
mismos, por cada uno de los demás y por el conjunto que componemos entre todos eso
que se llama ciudadanía. No hay nada más serio.