MERCADERÍAS Y UTOPÍAS 12-05-2023
Comienza una campaña electoral. En
política el tiempo se divide tan sólo en dos partes: las precampañas que duran
casi cuatro años y las campañas que duran dos semanas. Cuando no es campaña,
todo el tiempo es precampaña. Eso quiere decir, en mi opinión, que todo lo que se hace por parte de quien
ostenta el poder se hace por interés
electoral, para que la gente lo tenga en cuenta cuando llegue la hora de votar.
Evidentemente la acción política hay que revestirla, maquillarla , edulcorarla
y convertirla en un trampantojo.
Yo creo en la política y no tanto
en los políticos donde los hay de distinto pelaje y catadura moral, como es
notorio. También pienso que a la política debieran dedicarse los más justos de
cada lugar, los más honestos, los incorruptibles que pudieran predicar con su
propio ejemplo lo que desean para los demás. No es así, ciertamente, sino que lo que denominamos clase política
está bastante llena de arribistas, de codiciosos, de ambiciosos, de personas
que buscan lo que se llama la erótica del poder que quiere decir que ya tienen
poder económico pero aspiran al poder político y no paran hasta alcanzarlo y
están dispuestos a cualquier cosa con tal de figurar y parecer. Lo pongo en
masculino pero , qué duda cabe que
podría usar lo mismo el femenino porque aquí el género se está revelando como inservible. Con honrosas
excepciones , claro está, que son las que confirman la regla y a las que,
precisamente por eso a la gente le
cuesta más confiar en ellas siguiendo los patrones sociales establecidos.
También creo que la política es una
y trina. Me refiero a que no es sólo verborrea o politiqueo como dicen muchos
sino que la política está formada o debiera estar formada por tres ejes : uno, una propuesta de cómo
atender las necesidades de los paisanos y mejorar sus vidas ; dos, de un
liderazgo que tiene que ser moral antes que material o ejecutivo, de personas
que no sólo sean honestas sino que sepan gestionar y entiendan lo que tienen
entre manos y tres, de la pedagogía necesaria sobre cómo conseguirlo y
conseguir que la ciudadanía sea la verdadera protagonista de la cosa pública.
No es eso precisamente lo que vemos: del
programa, programa, programa de Julio se ha pasado a vender humo y titulares
para las redes y al coge la papeleta y calla. Del liderazgo moral , eficiente y
ejemplarizante se ha pasado al todo vale , no importando demasiado las
biografías con tal de que. De la pedagogía y la participación ciudadana se ha pasado al todo para el pueblo pero sin
el pueblo a modo del despotismo ilustrado. Y , obviamente , la suma de estos
tres elementos ha convertido la política
en pura mercadería necesitada de técnicas de márketing para la venta del
producto.
En un mundo donde todo,
absolutamente todo parece tener un precio sería extraño que la política
escapara de este escenario. El precio se refleja en lo que cada cual espera
obtener de ella. Por ejemplo : hay quien
está dispuesto a corromperse con tal de alcanzar el poder y la gloria aunque
sea efímera y hay gente a la que no le importa pasar por corrompido y por
colaborador necesario para. Perdón si parece que estoy generalizando demasiado
pues sabido es que no todo el mundo se ha dejado domesticar por este pérfido
modelo de entender la política . Y sabido es que quedan todavía algunos y
algunas que entienden y defienden que la política o es participación de la ciudadanía,
implicación, compromiso, o no es nada más que una actividad sujeta a los
principios del mercado: inversión, producción y rédito electoral. Afortunadamente
hay quienes todavía mantienen que las utopías que parecen inalcanzables sirven
precisamente para para eso, para caminar. Afortunadamente hay quienes no
renuncian a la democracia real que va más allá de votar cada cuatro años y
desaparecer. Menos mal
Continuará .
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