BARRABÁS 19
-05-2023
La científica
española Yayo Herrero cuenta en el prólogo a un libro titulado “El otoño
de la civilización” de Juan Bordera y Antonio Turiel una historia relacionada con Julio Anguita quien le manifestó en una entrevista su
pasión por Jesús de Nazaret.
Cuenta Yayo Herrero que Julio Anguita le decía : copio textualmente
“Fijate, Jesús echa a los mercaderes del templo a
latigazos, les dice a los ricos que antes de que ellos entren en el cielo
pasará un camello por el ojo de una aguja, hace crecer los panes y los peces
para los pobres, es amigo de sus amigos, multiplica el vino para que la fiesta
sea posible. Y también habla de justicia, de reparto, de amor… Ese Jesús, al
que parece que la gente más humilde escuchaba embobada, es, sin embargo,
apresado, humillado y torturado. Pilatos no encuentra delito en él pero para
quitarse el marrón de encima da a escoger al pueblo entre Jesús o Barrabás.
Imagina, le decía Julio, la soledad terrible y el desengaño de Jesús de
Nazareth cuando el pueblo elige indultar a Barrabás y condenarlo a muerte y muchos de los suyos callaron”.
Tremenda historia real ésta de la
condena a muerte por crucifixión de Jesús de Nazareth simplemente por predicar
en el desierto, por hacer el bien , por defender a los más humildes y decir amaos los unos a los otros, por ser
diferente. Eso sí , parece que no tenía
pelos en la lengua; precisamente por eso lo detuvieron y lo llevaron
ante Poncio Pilatos , porque se enfrentó al poder, porque dio la cara, porque
no toleraba las injusticias ni las imposturas, ni la soberbia, ni las
falsedades, ni el enriquecimiento a costa del pobre. Ahí están la
bienaventuranzas del mitin o Sermón de la Montaña por si alguna persona quiere
saber algo más de este hombre que afirmaba que era rey pero que su
reino no era de este mundo. Utopía necesaria.
Y tremendo también que el pueblo
prefiriera, en una especie de votación a mano alzada o grito pelao , liberar a
Barrabás y condenar- repito, democráticamente- a Jesús de Nazareth a morir
crucificado. Por si alguien no lo recuerda Barrabás era un preso famoso, una
especie de bandolero o salteador según
San Marcos y San Lucas ,coétaneo de Jesús que , a tenor de lo que dice la
historia , como candidato debía tener
mucho aprecio por parte de la ciudadanía de la época, o sea, que debía ser
popular y mucho popular como para ser el preferido para salvarlo de la cruz al tiempo que se condenaba al otro candidato
que tenía una biografía intachable , siempre según los evangelistas , de buena
persona, sencillo y sin sofisticación.
Y tremendo, cómo no, el papelón del tal
Poncio Pilato, representante del Imperio Romano en Judea, que se lava las manos
ante el resultado del plebiscito llevado a cabo en la plaza del pueblo y que
condena a Jesús a quien presenta ante
los electores como un “ecce homo”, es decir, un andrajoso, un paria de la
tierra, un condenado de antemano por sus antecedentes de peligroso activista que va por doquier predicando,
alterando el orden establecido y desestabilizando el poder. Imposible indultarlo con ese currículum.
Mientras
recordaba esta historia verdadera la asociaba, no sé bien por qué , o sí, a las
elecciones del día 28. Definitivamente no siempre ganan los buenos.
Definitivamente el pueblo no siempre lleva razón, sobre todo cuando la decisión
se toma en secreto, con una fuerte dosis de manipulación y de servidumbre y
seducido por tanta tecnología en forma
de márketing electoral.
Cuando recordaba esta historia real pensaba al
mismo tiempo que también a muchas personas hoy les sucede igual, que llevan
mucho tiempo explicando sin paños calientes que no hay justicia social, apuntando
con claridad a las causas , señalando responsables y sacando las vergüenzas a
los poderosos y que aspiran al poder pero para cambiar las cosas. Pero temerosos
de que , cuando se le pregunte al pueblo su opinión ante una disyuntiva para
elegir entre el bien o el mal, entre la justicia o la sinrazón , entre
el activismo o la pasividad … el pueblo pueda elegir a Barrabás.
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