ESPAÑA
1931-2025
Es un dicho muy común el de que “la
historia se repite”. Este picotazo de hoy no es para asustar a nadie pero si
miramos un poco hacia atrás podemos observar la semejanza entre lo que estamos
viviendo en el plano político en este 2025 y lo vivido en la España de 1931. En
la misma España.
La Universitat Pompeu Fabra acaba
de editar un libro póstumo del historiador económico Josep Fontana ('La
República', Barcelona 2025), que recoge sus clases de doctorado impartidas
sobre la Segunda República española. En este estudio se subraya el propósito
central de la República: la adopción de un régimen democrático que iniciara
cambios y avances ya presentes en otras naciones incidiendo en la raíz de los
problemas que arrastraba la sociedad y la economía española (analfabetismo,
escasez de medidas sanitarias, dejadez por la cultura, problemas agrarios e
industriales, proyectos inmediatamente
bombardeados más que contestados desde
el primer momento por las fuerzas reaccionarias.
Desde el mismo 14 de abril de 1931
aparecieron las primeras señales de la agitación y conspiración para la
subversión de las derechas españolas contra este proyecto de transformación de
España poniendo en marcha un feroz y
violento vendaval de descalificación hacia el nuevo régimen: “Gobierno
ilegítimo”, “amenaza separatista”, “revolución comunista”… constituían algunos
de los epítetos recurrentes que buscaban, repito, desde los primeros días,
desestabilizar al gobierno de la República. ¿ Les suena algo?
La estrategia golpista se expandió como
la pólvora: propagación de mentiras, boicots reiterados a la acción
gubernamental, exageración máxima de una supuesta peligrosidad que acarreaban
los avances que se pusieron en marcha , entre otros: la creación de plazas para
siete mil maestros, la construcción de diecisiete mil escuelas, el desempeño de
las Misiones Pedagógicas, y las tímidas propuestas de una reforma agraria nunca
llevada a término en su totalidad, etc.–. ¡ Y no había redes sociales …! La
tesis “golpista” según la cual un gobierno ilegítimo perseguía la revolución
comunista envenenaba a las capas sociales más poderosas hasta el punto de dar
dos golpes de estado uno primero fallido (la
“Sanjurjada”) en agosto de 1932 y un
segundo triunfador en julio del 36. Ahí me paro.
La historia se repite. Vayamos a la
actualidad. En 2018, tras una moción de censura, se articuló un gobierno
progresista en esta misma España. Éste fue inmediatamente calificado como
“gobierno ilegítimo”, “socialcomunista”, “bolivariano”, sin otro objetivo que
el desgaste y la desestabilización del nuevo Ejecutivo. En tal contexto, a las
dificultades objetivas como la irrupción de una pandemia, la erupción de un
volcán, las consecuencias de los acontecimientos en Cataluña, el estallido de
una guerra en Europa, el repunte de la inflación, la letalidad de la DANA, un
apagón generalizado… entre otros desafíos acaecidos en un margen temporal
breve, se respondió desde el Gobierno con más inversiones, ayudas,
subvenciones, apoyos fiscales, preservación de puestos de trabajo y normativas
tendentes a restablecer puentes de diálogo para “desinflamar” la confrontación
política, en particular en Cataluña.
La respuesta de las fuerzas
reaccionarias en todos esos retos, recientemente vividos, todos inesperados y que constituían problemas
de Estado, ha sido la negación de
cualquier soporte al Gobierno. Anatemas auspiciados con mentiras,
exageraciones, tergiversaciones y una escalada verbal de deshumanización que
eriza la piel y a los mayores que hemos leído nos reactiva la memoria. . Algo
muy parecido –aunque la rima sea, como es natural, imperfecta– a lo sucedido décadas antes, durante la Segunda República en
esta nuestra misma España.No es preciso añadir más. Quien pueda entender , que
entienda. Si acaso, terminar con las
palabras del poeta español Angel González “ la historia española es como la
morcilla de mi pueblo , se hace con sangre y se repite”. Atentos, pues.
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