CABALLO GANADOR 17-05-2024
Sin lugar a dudas el filósofo Salvador Illa es una
figura relevante. Subrayo lo de filósofo porque para mí tal condición es más
que la de político, incluso aunque su nuevo
traje sea el de President de la Generalitat. Hay que reconocer que, de cuando
en cuando, en medio del lodazal, se cuelan otras actitudes, otros estilos y
este es el caso de Salvador Illa.
Y aunque , ciertamente, sus
habilidades dialécticas me parecen más bien escasas, su figura global sí lo hace
destacable a base de parecer plano, bonachón y moderado. El tremendismo
imperante en España convierte en políticos bien valorados a los que se muestran
suavones y templados. Este filósofo Illa parece un tipo serio,
cortés y dialogante, cualidades que no estábamos acostumbrados a escuchar
acerca de un político. Podían añadirse más elogios, pero este artículo no
pretende ser un panegírico. Baste decir que
su disposición permanente al diálogo han marcado un tono institucional
con escasos parangones en la actual clase política española. Porque no
olvidemos que en democracia el fondo también está en las formas .
Su partido lo mandó a Cataluña no tanto porque fuera
catalán sino porque sabía que podía
resultar un caballo ganador en el hipódromo electoral catalán para competir con garañones y potrancas con
adn y apostando por la transversalidad y
el buenismo de un discretísimo jinete para demostrar que se puede derrotar al populismo
que excluye y etiqueta. En efecto,”les altres catalans”,como nos llamaban en
los 70 a quienes desde toda España habíamos emigrado allí, han ganado esta vez la
carrera y eso descoloca tela.
Digamos
que el efecto Illa interesa a su partido en particular, pero el estilo Illa nos
conviene a todos. Su tono moderado y la disposición a escuchar es una clave de
bóveda para la construcción del inmediato futuro que se va a dilucidar en
Cataluña en los tiempos presentes pero también en España. Tengo
la impresión de que , si la aritmética le ayuda, Salvador Illa está llamado
a ejercer un papel preponderante en el
devenir de Cataluña y , por ende, de España y , en esa medida, la operación
Illa puede ser considerada como una cuestión de Estado.
Su
talante , moderación y capacidad de diálogo es fundamental para intentar
resolver “ la cuestión catalana”, si no
en una legislatura, en varias. De alguna
forma el futuro inmediato de Cataluña probablemente sea también el de España. Cataluña es España y
España es Cataluña. No renunciemos pues a ninguna parte de esa ecuación. Cataluña representa,
hoy por hoy, nada menos que el 20% del
PIB español y de nuestras exportaciones, amén de valores de todo tipo que no
renunciamos a compartir.
Cataluña y el resto de España necesitan establecer un diálogo distorsionado hasta
ensordecer por el griterío fundamentalista de uno y otro lado. Se trata de una cuestión biunívoca , no basta
la actitud de una sola de las partes. Ambas partes necesitan de la pedagogía y del sentido de la Historia para
superar el actual status de bloqueo político que tiene dos ejes : los independentistas no
tienen un héroe de la retirada, alguien que repliegue las filas…Y el españolismo, el constitucionalismo, no tiene el héroe de la reconciliación, alguien
que esté dispuesto a sentarse y tratar de entenderlos y no zaherirlos tras su
derrota. Ni unos ni otros lo tienen . Mantener una determinada concepción de la
Historia, del derecho a la identidad de los pueblos, del concepto de patria y cosas de esas así en mayúsculas, son
las realmente importantes y precisan de verdaderos líderes de Estado, no
veletas sin rumbo.
Ciertamente no será fácil pero para el objetivo
de generar esperanza basta con que sea
posible. Escribió Fernando Pessoa que “el valor
de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que
acontecen. Por eso existen momentos inequívocos, cosas inexplicables y personas
incomparables”.
A lo peor
exagero pero para mí este es uno de esos momentos pessoa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario