martes, 4 de noviembre de 2025

 

SIMPLEMENTE BONILLA           31-10-2025

El escandalazo por los fallos en el cribado de los cánceres de mama en Andalucía es una tragedia  en varios actos que aún no ha terminado ni mucho menos. El asunto viene de lejos pero tuvo en 2024 un punto álgido   cuando la Junta activó un plan millonario para rebajar las listas de espera a golpe de derivaciones a las clínicas privadas  y propaganda. El Gobierno andaluz vendió entonces como solución un plan de choque de cientos de millones, con la privada de muleta y la promesa de rebajar drásticamente la lista quirúrgica y las demoras en consultas. La letra pequeña era otra: recortes presupuestarios, quirófanos sin personal  y miles de pacientes esperando diagnóstico, cambiándose a la privada y hasta muriendo como se está comprobando.  

La foto oficial mostraba curvas descendentes pero en los pasillos la realidad era otra: meses, años de espera, profesionales exhaustos y una Atención Primaria que no levantaba cabeza. Un año después en 2025 las listas de espera seguían atascadas y el discurso oficial viró del triunfalismo al matiz..  Hasta que este  otoño les llegó el latigazo: los fallos en el cribado de los cánceres de mama. El problema no era un bache: era un socavón  Ahí se acabó el maquillaje. El líder carismático, beatífico y suave  de la derecha española,  dejó de sonreír y empezó a fruncir el entrecejo y mostrar  cara de preocupación ante la eventualidad de que las mamas se lleven por delante su sillón. 

La respuesta del Gobierno a este latigazo está siendo impedir, negar una comisión parlamentaria de investigación y cavar trincheras para lo que se avecina . Pero no podrán ocultar que fueron ellos mismos quienes hace ya varios años modificaron el sistema de avisos del cribado dando órdenes a la empresa contratada al efecto  de dejar de avisar individualmente a las mujeres con diagnóstico dudoso.  Ese cambio administrativo, aparentemente técnico, es el punto de partida de toda la tragedia pues ha impedido salvar vidas durante estos años transcurridos. La verdad ya no se sostiene con sonrisas y cumplidos hacia las mujeres. Las mujeres, la sociedad exige certezas, no sonrisas impostadas.

En la calle,( lo vimos el domingo pasado en Sevilla y lo veremos próximamente en Málaga)  mareas blancas, rosas y de todos los colores , los propios sanitarios, los sindicatos y los  profesionales empujan, aprietan ,   exigen claridad y recursos y  claman  a gritos certezas y soluciones  al tiempo señalan al Presidente  - rebajado en el trato de Sr. Moreno Bonilla a simplemente Bonilla- pidiendo su dimisión.

 

De manera que  el relato del “milagro sanitario” ha volado por los aires. Cuando una administración confunde comunicación con gestión y propaganda con soluciones, el boomerang siempre vuelve. La sanidad pública no necesita muecas y galanteos: necesita personal estable, tiempos garantizados y datos abiertos, hospital por hospital. Lo demás es filfa.

 

Si algo está dejando claro  este escandalazo, más allá del descrédito personal y político de los responsables durante estos años de la Sanidad Pública en nuestra tierra, es que la mentira institucional tiene las patas muy cortas y que se coge antes a un político mentiroso que a un cojo. Las redes y las plazas ya no se pliegan a los argumentarios de cartón piedra. Cuando las víctimas se ponen de pie y se organizan, ni el ruido mediático ni las carantoñas, ni el control informativo ( entiéndase Canal Sur) pueden taparlas. En Andalucía, la sanidad pública se defiende en los quirófanos y en las plazas.

Tomemos nota.

 

 

 

 

CONTRA LA INSENSATEZ          17-10-2025

Asistí esta semana a la presentación del libro Vacuna contra la insensatez   del afamado y prolífico escritor y educador José Antonio Marina. Plantea el autor en este su último libro la necesidad de una especie de vacuna que nos libere de una serie de “virus” que se están apoderando de la inteligencia de una buena parte de nuestra sociedad actual, tan informada , libre y prepotente ella pero al mismo tiempo tan, tan vulnerable; virus que están ganando la batalla y  que nos están haciendo  caer en la insensatez. El libro compara la sociedad con un organismo que puede sufrir una depresión de su sistema inmunitario mental, haciéndolo vulnerable.  

Algunos de esos  virus mentales que infectan y distorsionan la inteligencia dice Marina en su libro que son la manipulación, los mitos y creencias falsas, los prejuicios y la ignorancia culpable de todos los cuales puso jugosos ejemplos extraídos de la realidad más cercana y reconocible para nosotros, los sensatos.

Para luchar contra ellos Marina propone nada menos que fortalecer el pensamiento crítico y la ética. Vamos dados. Dice que  o la sociedad fortalece una inmunidad que detenga el avance de estos virus que amenazan los logros y conquistas alcanzadas por la democracia o la debilidad mental de nuestra inteligencia le incapacitará para tomar decisiones correctas ante problemas concretos, lo que el autor teme que está pasando ya y  que se manifiesta en la susceptibilidad  a la manipulación , a las teorías conspirativas y a la corrupción. Repito, para ello echa mano de ejemplos muchos de ellos reflejados en la figura de Trump, su genio como  manipulador y la facilidad con que está embaucando  a medio mundo estos días con un cinismo inmenso.  

Hasta aquí, todos más o menos de acuerdo. Estamos perdiendo la batalla pero estamos interesados en las soluciones : Cómo desarrollar un pensamiento crítico y no dócil y acomodaticio y cómo actuar de acuerdo con la ética frente a los problemas a los que asistimos como actores o como espectadores porque está claro que la inteligencia humana no se está desarrollando adecuadamente , coherentemente ni con la dimensión de los fenómenos ni con su peligrosidad en la búsqueda de soluciones a problemáticas comunes tales como la inmigración , el cambio climático, la política espectáculo, los genocidios , la postverdad y la falsedad y el inmenso poder no controlado de la IA.

De manera que plantea la imperiosa necesidad de desarrollar cerebros   capaces de comprender y matizar tantísima información en lugar de deglutirla superficialmente como venimos haciendo para terminar evacuándola en forma de eslóganes, frases hechas, estulticias o estupideces, toda una  diarrea mental sin argumentación alguna.

No encuentro otra fórmula para luchar contra esto que la lectura. Sin lectura no hay pensamiento crítico que valga. Hay borreguismo, adocenamiento y pastoreo. No prejuzgo el pensamiento crítico para qué , sólo pensar de forma crítica ante los mil avatares de una vida y actuar convenientemente;  y la moral, la ética que hagan lo demás. Quedándonos aquí en España, sería muy , muy lamentable que diez, doce millones de españoles hayan podido caer ya  víctimas de  esos virus  apoderándose de sus mentes y banalizando el mal hasta el punto de defender lo indefendible y justificar lo injustificable. Lo que quiere decir  que podríamos estar  ante  diez, doce  millones de personas que han renunciado al discernimiento, el primer paso para comportarse como humanos. Esa característica tan simple y sencilla, tener humanidad, es lo que José Antonio Marina entiende como la solución. Yo también lo firmo. 

 

 

 

SUAVE QUE ME ESTÁS MATANDO  10-10-2025

El presidente andaluz  tiene fama de suavón, que es como muchos andaluces llamamos a quien nos engatusa con una sonrisa y un rostro de mantecado de Estepa. Pero el presidente andaluz  no es tonto, desde luego, y ya debe saber que el caso de las mamografías no sólo no se detiene  sino que acaba de empezar y hasta puede  que termine  con él y su gobierno. De momento  ha cesado a su Consejera en temas de salud como si quisiera frenar la sangría con una  especie de torniquete, cuando multitud de mujeres lo que están pidiendo en las calles  es  cirugía y profunda.

La  indignación crece  ante la comprobación de que los responsables sólo tratan de echar balones fuera( eso sí , suavemente, que esa es la marca del baranda) evitando que el asunto no les afecte demasiado a sus calendas electorales y poder seguir en el cargo. Dicen que son dos mil las afectadas pero a estas alturas hay motivos como para dudar de esa cifra y algunos aventuran ya que a la cifra dada le falta un cero. Como si dos mil no fueran ya un escándalo y no fruto de la “mala suerte” como si la salud o la enfermedad fuera una tómbola.

En medio de este escándalo, la respuesta política de los responsables indigna hasta las entrañas. Alguna de ellas  ha mostrado una falta absoluta de empatía y responsabilidad y  en lugar de asumir la dimensión del problema y tomar conciencia de lo que implica esta situación para la vida de las mujeres, se atreve a pedir que no se haga alarma sobre este aparente fallo . El propio presidente ha llegado a decir que las mujeres no fueron informadas del resultado inquietante de la primera prueba para que no les generara ansiedad. Tela.  Así es su Andalucía ideal: nada de ansiedad y que sea lo que Dios quiera .

Insisten los políticos responsables en referirse al tema como un “fallo de gestión” o un “error de comunicación”, vamos como si  hubiera fallado la wifi de tu casa o de tu empresa.  Indignante. Los que ellos llaman fallos son vidas que confiaron en la sanidad pública andaluza para velar por su salud.  No.  No se trata de un error aislado, ni de un problema de protocolos  sino de un modelo de gestión basado en el desmontaje de lo público en favor de la sanidad privada donde las personas son clientes más que pacientes. De manera que hoy un pellizco de angustia recorre a las mujeres que temen padecer cáncer de mama pero, de paso, también a todos los andaluces que esperan resultados de pruebas sobre el colon o la próstata.

Y  conviene no olvidar nunca , tal como dije la semana pasada,   que estos “fallos del sistema” no golpean al azar. Afectan sobre todo a quienes dependen en exclusiva de la sanidad pública, a quienes no tienen seguros privados ni contactos para acelerar sus citas y su prueba. La desigualdad  también se mide en tiempos de espera y en diagnósticos tardíos; se mide en cuánto invierten los gobiernos  en sus sistemas públicos de salud y cuánto desvían a la sanidad privada, desguazando servicios que son esenciales.

Dentro de unos días los veremos a todos con el lazo rosita y una suave mueca de preocupación en su rostro. Somos libres de pensar que no es por la mujeres afectadas sino por el sillón del poder  que puede estar en el aire. Atentas.Atentos.  

 

 

 

MORIR DE CANCER  O MORIR CON CANCER, HE AHÍ LA CUESTIÓN

Llega octubre, mes del cáncer de mama. La marea rosa volverá a inundar campañas y redes, y justo estos días el cáncer de mama está siendo protagonista del penúltimo debate social gracias a la SER que ha destapado un pastel maloliente. La Junta de Andalucía ha admitido graves retrasos, de hasta más de dos años, en el diagnóstico precoz del cáncer de mama lo que ha provocado que la enfermedad avanzara sin remedio en algunas de las mujeres afectadas. Acaba de decir Bonilla, riñéndole a su Consejera, que hay que afanarse en el tema de la detección precoz del cáncer de mama. Eso sí, se lo ha dicho suavemente como es él. Con mucha menos suavidad se lo están diciendo las propias mujeres afectadas por los fallos en el sistema que se están haciendo públicos. Y se lo está diciendo la oposición que llega a pedir la dimisión de la Consejera quien, de forma osada ha llegado a pedir públicamente que manipulemos menos el tema de la sanidad pública. Menos mal que lo dijo en la SER y estaba allí entrevistándola Angels Barceló que la paró en seco y provocó esta riada de críticas y censuras por doquier  a sus palabras  malévolas y falsas.

Los datos son preocupantes . Se estima que en España una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida, con una previsión de más de 37.000 nuevos diagnósticos para el año 2025. Pues bien, en esa cifra no están las mujeres andaluzas afectadas por esos fallos que Bonilla , suavemente, sin abrir mucho los labios, considera que hay que afanarse más. Aunque la tasa de supervivencia a cinco años es muy alta , la enfermedad sigue teniendo un impacto considerable en la mortalidad. O sea, que de suavidad, nada de nada.  

Tras una cascada de testimonios de las víctimas de estas demoras, al Gobierno de Bonilla sólo se le ocurre ahora establecer un “circuito preferente” y “un buzón de sugerencias” para las mujeres que han sufrido estos retrasos, con el objetivo de frenar cuanto antes el avance de los cánceres malignos que pueden acabar muy mal. Eso sí , al mismo tiempo dice desconocer a cuántas enfermas han afectado estas demoras masivas en los diagnósticos.

El tema es no grave sino gravísimo porque– tal como reconocen los expertos-  casi la mitad de esas muertes podrían haberse prevenido y evitado si se hubiera actuado antes y mejor. En el caso del cáncer de mama eso quiere decir básicamente que el sistema público funcione.  

Este dato conecta con una verdad incómoda y es que el cáncer no es solo un asunto de genética o de biología individual, sino  de políticas públicas. Es un asunto de desigualdad. No se trata únicamente de decisiones personales -comer mejor, hacer ejercicio, hábitos saludables etc-, sino de si existen o no condiciones materiales para poder hacerlo. ¿De qué sirve recomendar una dieta saludable si los precios de los alimentos frescos se disparan mientras los ultraprocesados llenan las estanterías? ¿Cómo pedir ejercicio físico a quien vive en barrios sin zonas verdes ni polideportivos públicos? . Y – aunque resulte contradictorio con lo que ha pasado en Andalucía- ¿qué margen tiene la prevención cuando las jornadas laborales y las dobles cargas de cuidados impiden siquiera descansar a las mujeres? El cáncer de mama no surge de decisiones individuales aisladas, sino de una exposición permanente, constante y masiva a factores de riesgo que las políticas públicas vienen permitiendo durante décadas. Y es que , como dice el informe de The Lancet  “la desigualdad social es una línea divisoria entre la vida y la muerte” porque el cáncer no afecta a todas las personas por igual. Ni en su diagnóstico, ni en sus tratamientos, ni en sus resultados. Quién muere de cáncer y quién vive con él depende en gran medida del lugar donde se nace, del barrio en el que  se crece ,  de los ingresos que se tengan y  de si se tienen papeles y por supuesto del color de la piel. Una vez más , la pobreza es el principal factor de riesgo en esta sociedad .

Cambiémosla

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