IDEA DE ESPAÑA        (7-05-2024)

Hace ya bastantes años- corría el año 84-  en una especie de Congreso celebrado en Gerona con el inquietante título de ¿ Que es España?  , los intelectuales allí reunidos, terminaron respondiendo a la pregunta citada que quizás España no sea nada.. Yo quiero pensar que si los intelectuales allí reunidos ofrecieron una  respuesta tan irreverente , tan escueta y tan ligera es que lo hacían en clave de ingenio, de humor , de misterio y de duda quizás para provocarnos a todos.

¿ Cómo no va a ser nada España si es una idea que ha movido ingentes energías físicas y espirituales, muchas veces nobles y desinteresadas en los dos últimos siglos? Si es  el mito que tantos espadones han querido salvar y tantos políticos han querido redimir y regenerar  ;  si es el espectro frente al que se han constituído, afirmado y alimentado los nacionalismos periféricos; si es el paraíso perdido de tantos exiliados y emigrantes españoles; si es ahora el paraíso anhelado de tantos y tantos seres desesperados que saltan vallas de espinos de 6 metros; si ha sido el irreductible reducto de la fe católica. España ha sido y es tanto,  que decir que no es nada es una evidente ligereza.

No es preciso devanarse los sesos para reconocer  la importancia y la riqueza de España como idea. Mas , dicho esto, más complicado resulta saber a qué realidad corresponde esa idea. ¿ Es una realidad geográfica? No, la geografía nunca nos dirá lo que es España. ¿ Es una realidad cultural y lingüística? Pero… ¿ de qué cultura, de qué folklore,  de qué lengua hablamos? ¿ de la realidad de la época de las guerras carlistas, de la primera República, de la guerra Civil, de la época de Franco, de la de la transición o de la actual?

España es una realidad histórica. Ah!, eso parecen  palabras mayores. Pero admitamos que la Historia, en su mayor parte,  es una construcción verbal de quien la escribe,  es una selección sesgada y nada objetiva de tiempos pretéritos   . ¿ Con qué selección , con qué Historia nos quedamos?  con la Menéndez Pidal, con la de Sánchez Albornoz,  con la de Vicens Vives, con la de La Cierva,  con la de Elliot, con la de Raymond Carr , con la de Pierre Vilar? Muchas veces esta selección de tiempos pasados que es la Historia es, ha sido arbitraria; los buenos y los malos han ido cambiando según quien contara la historia.

A  poco que conozca uno la Historia apasionante y tremebunda Historia de España, se comprueba  que no hay una sola idea de España sino centenares. Y estas ideas a menudo han sido y son no sólo diferentes, sino opuestas e incluso excluyentes, como se está viendo estos días a propósito de la Ley de Amnistía reciente  o de la representación de España en las instituciones europeas que , lejos de aunar esfuerzos, están sirviendo para tirarse los tiestos a la cabeza . La palabra España puede albergar mil significados distintos y no remitir a ninguna realidad objetiva. La diversidad de ideas que los españoles han tenido y tienen de España pone en evidencia la permanente fragilidad que siempre ha tenido, lo fácil que siempre ha sido descoyuntar España, usarla como arma arrojadiza, amenazar con ella. Miedo me da poner ejemplos. 

Cabe preguntarse por qué  no ha llegado a cuajar , repito, al menos hasta ahora,  una idea unitaria de España mínimamente compartida. Una idea de España capaz de jugar como nexo común , como denominador común del crisol de la diversidad de sus pueblos y sus gentes. Sería un momento oportuno para ello pues me temo que van a resurgir los fantasmas tanto del nacionalismo periférico que siempre juega a asustarnos ,como de los salvapatrias de siempre que quieren tanto, tanto a España, la estrechan tanto contra su corazón  que hasta pueden ayudar a cuartearla.