USTED
ELIGE 5-04-2024
Que España
es un país de corruptos lo sabemos desde que se escribió El lazarillo de Tormes
allá en el Siglo de Oro. Recuerden aquel pasaje de “el ciego y las uvas”: estaban
comiendo ambos un racimo de uvas y un vez que acabaron el ciego dijo : “lázaro,
me has engañado; podría jurar que has comido las uvas de tres en tres”. Lázaro,
sobresaltado le respondió: “ No, señor, ¿por qué sospecháis eso?” Y el ciego
muy sagaz le respondió : “ Porque yo las comía de dos en dos y tú callabas”. Han
pasado ya siglos desde entonces pero
sigue existiendo un hilillo de corrupción que no cesa y que sugiere rastros en
el adn de los españoles de aquella pillería que demostraban tanto Lázaro como
su amo. Siempre viene bien recordar esta obra literaria de nuestro pasado más
culto para advertirnos de que la corrupción es un cáncer, tiene grados en su
gravedad pero hay que evitar que sea mortal si entra en metástasis.
La ONG
Transparencia Internacional nos saca los colores cuando en sus estudios
periódicos vemos que descendemos en el ránking; no es mucho, ciertamente
respecto del conjunto de países pero como precisan los expertos,
lo realmente preocupante , como en todo, es la tendencia negativa pues se viene
repitiendo desde hace décadas. En el último estudio de este año 2024 Transparencia Internacional, España se mueve en la liga de países como Botswana, Cabo Verde y San
Vicente y las Granadinas y Letonia, ocupando el puesto 36 de 180 países.
La
corrupción no es tanto una patología cuanto un síntoma preocupante que revela
una enfermedad que amenaza con destruir la masa muscular de España, la riqueza
que con tanto esfuerzo genera la clase trabajadora y el empresariado decente .Una
enfermedad que nos debilita, nos quita credibilidad y nos deja en los huesos y
la flaccidez nos delata.
Fíjense en
estas semanitas : que si la Federación de Fútbol y sus chanchullos, que si los negocios
sucios de las comisiones por las mascarillas por parte de algún alto cargo del
Gobierno, que si la conexión institucional ene la presidenta de Madrid y los
negocios fraudulentos de su pareja, que si las puertas giratorias en Andalucía por
las que transitan altos cargos hacia empresas a las que adjudican previamente
fondos de todos los andaluces, que si la mujer del César no sólo debe parecer
buena sino demostrarlo.
Menos mal que
todo este cúmulo abyecto de escorias se ha alternado también esta semana con la
parte más luminosa de la vida como dicen los optimistas que hay que esforzarse
en buscar para no quedar anegados por la ciénaga: la luvia ha caído y las escorrentías
siguen afluyendo y llenando nuestros pantanos; hoy España tiene 21 millones de personas
trabajando de los cuales diez millones son
mujeres lo que es un dato doblemente histórico, una tasa de paro que ha bajado
del 27 al 11%, y un paro juvenil que sigue cayendo, el 56%, otro récord
histórico; se ha celebrado? "el día del autismo”, esos seres angelicales buenos
por naturaleza pero casi ignorados…; y hasta la luminosidad llega al partido de
fútbol de la Copa de España de mañana sábado que se juega no entre Madrid y Barcelona
sino entre Mallorca y Bilbao, mucho más normalitos.
Con
esta doble realidad tan viva como cierta , se equivocan quienes caen en las
provocaciones insistiendo en responder con descalificaciones o insultos cuando
el adversario sólo tiene municiones cargadas de escoria y falsas.; o quienes se
quedan atrapados en la negatividad procurada y servida por quienes defienden
aquello de cuanto peor , mejor. Es mucho
más rentable por inteligente resaltar lo que de positivo tiene la actualidad
de la de vida española, en esforzarse por ver la parte luminosa de la vida
sabedores que , de normalizar la corrupción y la negatividad, sólo puede que la
mediocridad nos defina. Alcemos la vista. Usted elige.
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