DESOBEDIENCIA 1 4-11-2022
Cuando escuchen o lean esto es posible que estén en una terraza con
sombrilla protegiéndose del sol tomando una bebida fresquita que les alivie de
los 30º que hace un 4 de Noviembre de 2022 , en plena ola de calor que está
dañando gravemente el Planeta, mientras en el noticiero habla de que apenas
hace unas semanas tanto el Artico como el Antártico, la zona cero climática del
Planeta , tenían anomalías térmicas inexplicables
con temperaturas propias de otras latitudes.
Hay una palabra que , sea por el motivo que sea, suele
provocar miedo : es la palabra irreversible.
Punto de inflexión. Cualquiera que tenga información al respecto de la gravedad
de las dos grandes crisis que enfrentamos, la climática y la energética –la
crisis económica, que tanto nos preocupa, depende de ellas, y no al revés–,
sabe que estamos rondando peligrosamente y desde hace tiempo ese punto de no
retorno, de irreversibilidad, que nadie puede determinar dónde está exactamente
pero que se intuye muy cercano. Por eso el tiempo de la desobediencia civil ha
llegado. Dicen que Víctor Hugo dijo : “No hay nada más poderoso que una
idea a la que le ha llegado su tiempo”.
Y en ese tiempo estamos, digo yo.
Al
tiempo no se aprecia a la sociedad global preparada, dispuesta a
reaccionar ante ese punto de inflexión rebasado el cual, ya no hay solución
global . Hablo de la sociedad en general y hablo de una solución que permita la
recuperación de determinados parámetros del Planeta. Evidentemente, y a eso nos
aferramos , hay algunas reacciones, hay
algunos colectivos que llevan a cabo acciones testimoniales para llamar nuestra
atención. Buscan impactarnos parecemos
estar en la inopia.
Muchos
de estos colectivos que llevan a cabo acciones de desobediencia civil son jóvenes y sus acciones no suelen estar bien
vistas ni comprendidas porque se alejan de los códigos culturales que vienen
funcionando en nuestra civilización tal y como la hemos concebido hasta ahora. Se
les tacha de incivilizados y de alguna forma lo son porque denuncian un modelo
de sociedad que amenaza con acabar con
el Planeta que es lo más salvaje e incivilizado que cualquiera pueda imaginar.
Como
siempre no hay que generalizar evitando coger a la parte por el todo. No todos los jóvenes tienen conciencia de la
gravedad de lo que se avecina. A la vista están cómo proliferan las manadas que
lo destrozan todo , especialmente ahora tras una pandemia que los tuvo
encerrados. Pero entre los seres humanos
que demuestran con hechos que sí tienen conciencia del peligro y del
no-futuro el grupo de los jóvenes es mayoritario. Ciertamente hay jóvenes muy ,
muy perdidos . Pero siempre que se
categoriza sobre un tema apuntando a las personas a quienes afecta hay que preguntar ¿ de cuántos estamos hablando? Es el
porcentaje lo que interesa.
En ese sentido parece que una ola de desobediencia climática
se está extendiendo por muchos países en Europa. No son muchos pero lo hacen en nombre de
muchos más que todavía no se han puesto en pie. Cuando pase el tiempo, la
mirada hacia estos desobedientes será de
absoluta comprensión y puede que , ya tarde, nos digamos a nosotros mismos
¿cómo no nos unimos a ellos y ellas? ¿Cómo no arriesgamos más? ¿Cómo no vimos
que nuestros privilegios eran un espejismo?
Les dejo con una frasecita a modo de picotazo final, no mía sino
de Vandana Shiva, filósofa india y activista social que recibió en 1993
el premio Nobel Alternativo : “en ocasiones, no se trata de desobedecer una
ley, se trata de obedecer a una ley superior”.
Gracias por estar ahí.
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