A PROPÓSITO DE LOS INDULTOS ( 25-06-2021)
¿Para qué sirve la política? Para cambiar las cosas.
Para mejorar las condiciones de vida de la comunidad. De su territorio. La
política cuando abandona la táctica y
levanta la vista adquiere sentido de Estado. Pero cuando sólo hace aspavientos
y ruidos , es de baja estrofa. Cuando
asume riesgos y , al mismo tiempo, ofrece soluciones es una política que se pone de pie. Se hace
con mayúsculas.Pero cuando se queda sin argumentos e insulta o utiliza
torticeramente las emociones para llegar a la gente, cuando sólo habla de
identidades y de simbología y sus discursos inflamados no van acompañados de propuestas, entonces,
entonces tenemos lo que tenemos.
Indultar no es amnistiar ,que viene a ser reconocer
que no hubo delito; indultar es perdonar la pena, no el delito, que se mantiene
tal cual fue juzgado y sentenciado. O sea , que no se entra en lo pertinente o
no de la sentencia sobre el delito cometido ni en la legitimidad de los
aparatos del Estado para defenderse sino en perdonar la pena, en perdonar parte
de la pena, parte del dolor por razones
de utilidad pública ; bueno, yo le llamo directamente por razones de Estado,
con mayúsculas.
Contra lo que muchos piensan , el
conflicto catalán no es un problema que ataña exclusivamente a los
catalanes . El conflicto catalán es, por definición, una cuestión de Estado
porque lo que pone en juego es la integridad territorial al tiempo que evidencia que en una parte de
España hay un considerable número de personas que no se siente identificada con
un proyecto político y social común , nos guste más o menos, llamado España.
Quien no lo reconozca así será incapaz de valorar la verdadera naturaleza del
problema y , por ende, de indagar en las soluciones que es , al fin y al cabo,
lo que importa.
El conflicto catalán ha levantado ampollas en la
sociedad española no solo por su objetivo, sino también por la forma en que los
partidos independentistas y las
instituciones catalanas lo enfocaron y que
el Estado español no podía dejar sin sancionar. Fue un grave error de
cálculo porque en un Estado democrático y de derecho todas las aspiraciones
políticas deben promoverse de acuerdo con las reglas y condiciones que
establece la Constitución. Por ese camino unilateral los independentistas
catalanes no sólo no consiguieron su objetivo, sino que propiciaron la
respuesta del Estado de forma contundente.
Pero volvamos a los indultos. ¿Es que ningún
presidente lo había hecho antes? Lo hicieron todos. Miles de indultos firmaron
Felipe González, Aznar, Zapatero o Rajoy. En un perfecto ejercicio de
legalidad. Usando la normativa de la que dispone el poder ejecutivo. En muchos
casos controvertidos, en otros sin arrepentimiento alguno. Pero seguro que
siempre pensando en el bien de nuestro país.
Porque, en una democracia, la verdad no tiene dueños,
sino copropietarios y, lo mejor para España, no tiene una sola voz sino un coro
de voces al que afinar y escuchar. Con una partitura que fue consensuada por
todos: la Constitución del 78 que , mientras no haya otra, es la que impera. ¿Y
entonces, por qué esta lluvia de invectivas contra el gobierno de Coalición? ¿
Por qué esas palabras y discursos incendiarios? ¿Por qué esa soflama retórica
no acompañada de propuesta alguna? Pues porque es rentable políticamente
hablando. Ya he dicho muchas veces que en España, lo primero es la rentabilidad
electoral y luego ya si acaso…
Con la propuesta de indultos a los presos -que ya
llevan por cierto más de tres años en la cárcel- la política representada por
el Gobierno asume su responsabilidad y sube a la sala de mandos. Busca
soluciones donde hay un problema. Con las herramientas legales de las que
dispone. Desde el respeto y la firmeza de la Constitución . Un Gobierno
haciendo su trabajo que es lo que reclamamos a diario.
España resolvió muchos de sus retos históricos con
éxito en las últimas décadas y muchas fueron las heridas cerradas de este país
enfrentándose a ellas ,como las de ETA. Permanecer
esperando ver pasar por delante el cadáver de tu adversario no es trabajar por
el futuro. Hay que ser proactivos y
aportar soluciones con la Constitución en la mano . La propuesta sobre indultos
es un ejercicio de liderazgo responsable. De compromiso con el país. Como lo
hizo en su día Azaña en plena guerra civil defendiendo el Estatuto Catalán en la propia
Barcelona, desde su españolidad, pronunciando su famoso discurso que decía :
“paz, piedad, perdón”, con lo que estaba cayendo. Pues ahora, igual con la
salvedad de que Sánchez no es , de momento, Azaña.
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