VETE
AL MEDICO ( 19-3-2021)
Personalmente
creo que, básicamente, hay dos formas de hacer política : la una , mayoritaria,
concibe la política como un campo de batalla en el que todo vale con tal de
vencer y obtener rédito en las urnas. Tiene que ver con la demagogia, con los
excesos, con las retrancas, con tratar de halagar a la gente, de decirle aquello
que les gusta oir empleando todo tipo de artimañas, de enfrentamientos, de
belicosidades etc etc. nada o muy poco
tiene que ver con la razón, con el raciocinio, con la ética. Hay otra forma de
concebir y hacer política, minoritaria por supuesto porque no da rédito
suficiente; es aquella que la concibe
como un servicio público, como un acto de pedagogía en la que todo tiene
que ser explicado, limpio y honesto porque se trata de algo profesional , es
decir, que exige del conocimiento necesario , de aplicar las acciones adecuadas
con el asesoramiento debido y de responder a principios éticos tratando de ser justo con todos. Y reconocer
los errores, pedir disculpas y estar dispuesto o dispuesta a marcharse y dejar
el puesto a otro.
¿
Por qué digo esto que se parece a un sermón beatífico dicho desde el púlpito
del papel, sin mojarme demasiado y conociendo de antemano las carcajadas del
personal que escucha esto o que lo lee?
Pues porque cada día , cada día
compruebo que esta segunda opción es tan minoritaria que prácticamente no
existe. Salvo cuando pasa lo que pasó el miércoles en la sesión de control al
Gobierno sonó un “ vete al médico” gritado con menosprecio por un diputado
faltón y dirigido a un pobre diputado que estaba proponiendo más recursos para la salud mental de los
españoles. Ni siquiera merece la pena
decir a qué partido pertenece el insultón , pero sí quiero decirles que es el
Alcalde de Palos de la Frontera de Huelva desde hace ya 26 años, que no hace
mucho fue condenado por ocultar información a la oposición y que elogió a Franco en su cuenta de twiter al escribir : “Cuando mandaba Franco todos teníamos dinero
en el banco”. Menuda perla; menudo perla.
Creo
que lo sucedido es un buen ejemplo de la
tesis que defiendo respecto de la política,
el uno tratando de ejercer su papel de representante de la ciudadanía
explicando los problemas de salud mental que sufre la población española, dando
datos de suicidios, del déficit de psicólogos en España, denunciando que los
trabajadores pobres no se pueden costear la atención necesaria y reclamando al
gobierno legítimo una política más ambiciosa para la atención psicológica; el
otro de la bancada contraria espetándole
a grito pelado : “vete al médico” seguido de los aplausos correspondientes de los
suyos. Por un momento han quedado retratadas las dos posiciones, las dos
actitudes, las dos caras de la política. El grupo al que pertenece el diputado
insultón hizo el miércoles en la sesión
de control cinco preguntas al gobierno
pero ninguna de ellas
interesándose por los españoles,
sólo zurriagazos verbales para
menoscabar la imagen de los que ostentan el poder.
Quiero
resaltar que la intervención del diputado que defendía honesta y sensatamente
su propuesta, justo inmediatamente después de la batalla de ofensas que se
proferían desde la oposición y las correspondientes réplicas de los ofendidos,
pretendía justamente eso : dejarlos
retratados ante la sociedad española y
que quedara la imagen de que otra política es posible y que el parlamento está
para eso y no para hacerse selfies y bravuconadas.
Y
, por supuesto, quiero resaltar asimismo que cuando supe que el prócer insultón
es alcalde y que , muy probablemente tiene familia y allegados, pensé en ellos
, en cómo se sentirían al escuchar a su alcalde , a su padre o su pariente
insultar al teóricamente débil diputado voceando ese “vete al médico” con el
que quería hundirlo. Sentí vergüenza ajena pensando que podría haber sido el
alcalde de Estepona o la alcaldesa de Marbella quienes hubieran hecho eso. No
han sido ellos pero yo no se lo perdonaría en las urnas.
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