jueves, 26 de enero de 2023

 

EL INVIERNO  NO LLEGÓ          27-1-2023

El invierno económico que los agoreros, los “jeremías” pronosticaban con júbilo , de forma malévola no llegó. El que sí ha llegado , por fin y un poco tarde, es el invierno climático que es lo propio, pero el apocalíptico, no . Y no llegó- al menos aquí a España-  pese a la inflación, pese a las ineficaces subidas del precio del dinero , pese a  los desorbitados incrementos en los costes de la energía y las materias primas o, por qué no decirlo, pese a que estamos metidos de lleno en  una economía afectada directamente por las consecuencias de una guerra. Porque, aunque suene a película de terror  de sábado por la tarde, ésta ha sido, y en gran parte sigue siendo, nuestra realidad. Con virus mortal incluido. Ingredientes altamente inflamables que harían explotar cualquier coctelera económica en la que fueran introducidos simultáneamente. De hecho, en opinión de algunos expertos, en la historia económica moderna no se conoce una situación como la actual que no haya derivado en una recesión abismal. Y , claro, los manuales de los políticos que sólo saben estar al acecho y esperar a que caiga la breva, dicen con claridad que  si no hay desastre económico del que poder sacar rédito electoral, hay que generar , crear alguna otra causa para agitar al personal y disponerse a sembrar el caos político con tal de allanar el camino hacia el poder. Y en esas estamos.

No hay duda de que en nuestro país  todavía hay muchas cosas por mejorar, por hacer y por cambiar. Es innegable. Pero partiendo de un mínimo de  honestidad , debemos valorar  también lo que se está haciendo bien. Tres simples ejemplos: en materia laboral contamos actualmente con la tasa de desempleo más baja desde el año 2007 y la afiliación más alta de la historia en la Seguridad Social; en materia energética, nos encontramos con que el precio medio de la electricidad de los últimos seis meses en el mercado mayorista español ha sido hasta un 40% más bajo que en Italia o en Francia debido, en gran medida, a la excepción ibérica que alguien con un carguillo tuvo el atrevimiento de llamar "timo ibérico" que, por cierto, 15 meses después los 27 ministros de Energía alcanzaron en diciembre un acuerdo para establecerlo; en materia económica, y según las últimas proyecciones del Banco de España el PIB mantendrá su tendencia ascendente mientras que la inflación y el déficit público seguirán reduciéndose a marchas forzadas si la guerra lo permite, todo hay que precisarlo; y también medios serios y no cuestionados como The Economist  han situado la evolución económica de España en 2022 como la cuarta mejor de la OCDE. Algo se habrá hecho bien en este país.

Todos estos logros , todo este panorama es lo que ha  hecho posible que los beneficios del  empresariado español se hayan incrementado el año pasado un 7,9% mientras la media de la Zona Euro se redujeron un 3,1% . Ahora le toca a los salarios de esos trabajadores españoles   que contribuyeron con su esfuerzo y talento en medio de una pandemia, una guerra y sus derivadas económicas.

Hay un futuro que construir, pero hay que ser capaces de diseñarlo con seriedad y honestidad y establecer los pilares de una sociedad más justa.  No es tarea fácil , sobre todo cuando vemos y tenemos constancia de que los que apuestan por el “ cuanto peor, mejor” fabricarán el peor escenario posible para salirse con la suya. Como escribí hace un par de semanas , mostremos empeño en buscar esas flores en medio de tantas grietas . Es vital.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  LA PESTE                    10-05-2024 Quo usque tándem abutere patienta nostra ? (¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?). Esta e...