CÁRITAS NOW ( 8 -10-2021)
Gracias a que Cáritas existe y no tiene pelos en la lengua
los españoles podemos saber periódicamente lo pobres que somos aunque no queramos
darnos por enterados. Su informe llamado Informe FOESSA así nos lo demuestra con
datos y no con especulaciones. Dice cosas impactantes que a nadie debiera dejar
tranquilo, comenzando por quienes tienen el gobierno de la nación y siguiendo con sus opositores y la ciudadanía en general pero
muy especialmente debiera soliviantar a
quienes más tienen , a los más
afortunados.
Todos hemos escuchado que “ siempre ha habido ricos y pobres”
pero lo que este Informe viene a decir
es que unos y otros son casi siempre los
mismos, que los pobres lo son casi de nacimiento y no porque una pandemia les
haya pasado por encima. Afirma que en España la pobreza es estructural, nada coyuntural porque los
indicadores se vienen repitiendo lustro tras lustro y las oportunidades para
salir de la pobreza de nada menos que 11 millones de españoles son cada día
mayores.
La existencia de una sociedad fragmentada y con altas tasas
de desigualdad era ya una realidad en España mucho antes de la pandemia. Según Cáritas el empeoramiento en las
condiciones de vida de multitud de familias originado por la gran crisis de
2008 , los posteriores recortes sociales
y una salida de la crisis en falso que no procuró cambios profundos en nuestra
estructura social y económica, sirvieron para precarizar más a quienes peor lo
estaban pasando. Todos estos elementos, sin duda, han condicionado el impacto y
la profundidad de la actual crisis puesto que las familias han tenido que
afrontarla sin los “colchones” que hubieran necesitado y que el Estado no les
proporcionó. No vamos a achacarlo ahora todo a la pandemia.
Es cierto que La COVID-19 ha sido como un
tsunami que ha pasado por encima de toda la sociedad, dejando secuelas de una
forma u otra en la población en general pero este informe demuestra que a
quienes de verdad de verdad ha perjudicado ha sido a los que ya estaban
perjudicados de antemano. Y es que , en España especialmente, la crisis de
2.008 se cebó en los más desfavorecidos y alcanzamos las peores cifras en cuanto a las lacras sociales se refiere. Del
ocho al dieciocho tuvimos en España para
más inri gobiernos muy de derechas que
se empeñaron en que de la crisis se salía con recortes y con renuncias a
derechos básicos, adelgazando lo público hasta palidecer y engordando al
capital privado y metiendo en la cabeza de los españolitos aquello de que
teníamos lo que merecíamos porque “ vivíamos por encima de nuestras
posibilidades”.
La Historia ha querido que apenas transcurridos unos años tras la salida de la Gran Recesión de 2.008 cuando todavía vivíamos un lento
proceso de recuperación, llegara la pandemia de la COVID-19, provocando una
crisis sanitaria de un alcance inédito en la historia mundial reciente y nos
metimos de nuevo en el túnel del tiempo y la desesperanza. De crisis sanitaria
pasamos a crisis humanitaria en un plis plas y , a pesar de que el Gobierno de Coalición
acuñó desde el principio lo de “ no dejar a nadie atrás” lo cierto es que no
está resultando nada fácil como los datos de Cáritas nos dicen y demostrando una vez más que no es lo mismo
predicar que dar trigo. Para colmo la realidad del país está llena de malos
ejemplos por parte de la casta política de toda la vida que , lejos de
colaborar en la búsqueda de soluciones, embarra todo lo que puede el terreno
para que el fango alcance a quienes tienen la obligación de gobernar porque el
pueblo lo quiso así. Siempre estuvo claro que el deber de la derecha es ser
conservadores, pero no reaccionarios como lo son en España .
Y no sólo de la clase política sino de quienes tienen realmente el
poder en España que son las grandes compañías, la banca avara e insaciable y quienes mueven la cuna de la comunicación y
la desinformación en favor de los privilegiados de siempre y agitando, de paso,
el rencor entre los españoles ,
estrategia que cuenta con una buena parte de la clase togada. Baste como prueba
la calificación como “terrorífico” por
parte de un alto representante del capital de los intentos del gobierno por abaratar el
alquiler a parte de esos nuestros desheredados. De hipócritas y sepulcros
blanqueados los calificaría Jesús. ¡Expúlsalos del templo, Pedro!
Y aquí me quedo para retomar este
tema tan lacerante como indignante para todos aquellos que tengan dolor de
conciencia porque no se la hayan extirpado todavía como decía El Roto.
Gracias por estar ahí. Buen fin de semana.
Enrique
Monterroso Madueño
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