CARTA DE UN HIJO AUTISTA A SUS PADRES (
2-4-2021)
Cada año el calendario dedica el 2 de abril al autismo. He aquí algunas cosas que ustedes deben saber acerca del
autismo antes de entrar en la composición figurada en forma epistolar que he elegido
para referirme a esta condición- que no enfermedad- que cada año
es más frecuente entre nosotros pero igual de desconocida.
El trastorno del espectro del
autismo (TEA) es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la
configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a
dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social
y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.
En la actualidad, no está
determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte
implicación genética en su origen. El TEA tiene características que se manifiestan de forma heterogénea a lo
largo de todo el ciclo vital. No hay dos personas con TEA iguales; dependerá de
su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como de si
presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de
desarrollo del lenguaje.
El TEA no lleva asociado ningún
rasgo físico diferenciador (solo se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas
de la persona y del comportamiento). Acompaña a la persona a lo largo de toda
su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las
distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
Por último , quizás lo más
importante y lo que me ha llevado a escribir esta carta figurada de un niño
autista a sus padres, el TEA impacta no solo en quien tiene dicha condición de
autista sino también en su familia de forma especialmente dura pues es el apoyo fundamental que tienen. He escrito bien
, un hijo autista lo es de toda la familia, no sólo de sus padres. .
He aquí la carta figurada:
Nadie
se ha muerto, así que por favor no lloréis por mí. No podéis jugar al fútbol
conmigo, o construir maquetas de aviones, o hacer experimentos científicos. No
tenemos conversaciones pero podemos tener una preciosa relación. Mi autismo no es algo que tenga, es
mi forma de ser. No sería la misma
persona sin él. Nadie es feliz todo el
tiempo pero yo soy feliz la mayor parte del tiempo.
Tened paciencia, sed positivos
Cuando
os impacientáis sobre la forma en que
actúo de forma natural, me siento mal. Cuando siento vuestra decepción sobre
mí, percibo la negatividad. Aunque no puedo hablar con palabras, puedo ver, oír
y sentir. Puedo saber lo que os pasa y sé quién es cariñoso conmigo. Cuando la
gente es amable y paciente, yo lo noto y lo agradezco . Sé que todos tenéis
expectativas sobre mí. No os deis por
vencidos porque puedo hacer cosas y
puedo hacer más. Pero si tenéis expectativas
demasiado altas para mi, es posible que
no pueda alcanzarlas. Muchos
autistas progresan muy rápidamente y otros lo hacemos más lento y
diferente. Hay muchas cosas que no puedo
hacer y que nunca haré. Al igual que los niños que la gente llama
normales yo también necesito padres con energía positiva que
disfruten de la vida, que celebren mis logros y que me acepten como soy. Las
reacciones positivas a lo que puedo hacer me hacen sentir bien. Estoy orgulloso
de lo que puedo lograr, incluso cuando a otros pueda parecerle muy pequeño
No os enfadéis.
No
es mi culpa que yo no fuera el niño que esperábais . Puede que os hubiera gustado cambiarme pero el autismo no es una
enfermedad y tiene difícil arreglo, ya lo sabéis. Eso puede que os hiciera estar tristes en alguna ocasión. Nunca entendí que me intentaran arreglarme o curarme. Soy la única manera que
sé de cómo ser y, como todos, a veces
estoy contento y a veces triste, a veces soy travieso , a veces hago cosas mal
porque soy un niño. Es lógico que no
tuviérais ni idea de cómo se siente un
autista. De ahí vuestro enfado en ocasiones. Pero vais aprendiendo. Habéis aprendido a celebrar lo que yo puedo
hacer, a disfrutar conmigo y esto ha sido una gran diferencia para mí en
nuestra relación. Si me empujáis
constantemente a hacer las cosas que parecen ‘típicas’, me sentiré frustrado e
irritado. En cambio, cuando jugáis conmigo y me lleváis al parque o
me montáis en coche , cuando me aceptáis como soy me siento el niño más
feliz y yo os sonrío.
Queredme siempre.
Gracias
a vuestro amor y a vuestros cuidados
vivo la vida más segura que se pueda nadie imaginar. Estoy seguro
que siempre estaréis a mi lado,
sin importar lo que pase. Por favor,
recordad que no quiero veros tristes. Yo sé que me amáis incondicionalmente y
eso es lo más importante para mi porque sé que vuestro amor es para siempre.
Enrique Monterroso Madueño
No hay comentarios:
Publicar un comentario