VIOLENCIA SEXUAL, OJITO 13-12-2024
Se suceden en nuestro país
los casos de violencia sexual y los asesinatos de mujeres a cargo de sus parejas.
De cualquier edad, como estamos comprobando estos días , cada vez más jóvenes.
Cuarenta y cinco mujeres asesinadas en este 2024 que acaba y un número indeterminado de casos de abusos y
violencia sexual contra ellas, siempre contra ellas de las que sólo tenemos
noticias y constancia cuando hay denuncias por medio o por la brutalidad del
caso como en lo sufrido por las niñas de
Granada estos dÍas a anos de sus bestezuelas iguales. Y la cifra no está
cerrada pues por otros años sabemos que las fiestas navideñas, llamadas o
consideradas fiestas del amor y de la compasión, son un contexto etílico que
favorece la violencia. Atentos
El tema del que me ocupo es
tratar de responder a la cuestión de si existen indicios que puedan ser
preventivos antes de llegar a lo inevitable. Dicho más claro : si existen
indicios que puedan servir de alertas para evitar lo peor. Claro que existen,
sobre todo en el caso de los adultos. En
el caso de los menores colegiales la
responsabilidad in vigilando de las instituciones escolares es para mí notoria
y evidente. En todos los casos y a nivel general y social he aquí tan sólo dos
de ellos aplicables a cualquier edad ya sean menores o mayores y que se corresponden con mitos y falsas
creencias con los que algunos hombres pretender justificar el maltrato de la
mujer:
Un indicio
claro es cuando el maltratador no
reconoce la autonomía de su pareja y se siente con derecho a dominarla o a
organizar su vida: cómo vestirse, cómo comportarse y con quién hablar. Es
decir, se considera su dueño. Lamentablemente sucede que , a veces, ella acepta con docilidad y con naturalidad los
patrones existentes en la sociedad que avalan y defienden que hay unas reglas
para el hombre y otras para la mujer. Esto
o asumir las consecuencias.
Ojo
también con los encantadores de serpientes pues es frecuente que el maltratador
sea adulador y seductor en público y violento y menospreciativo en la
intimidad. Lo reconocen algunas mujeres cuando dicen que él solía ser cariñoso
y detallista. La simpatía, el atractivo de él hacen que resulte imposible creer que es un
maltratador. Pero ese carácter violento en la intimidad es su carácter real.
¿Cómo cambiar eso? ¿Qué papel tenemos cada uno de nosotros los
hombres como profesionales, como padres,
como miembros activos de la ciudadanía? ¿Dónde y cómo tenemos que actuar para
que adultos y jóvenes se construyan de forma sana, igualitaria y humana? ¿Qué
diferencia hay entre los hombres que sí
respetamos , que practicamos los buenos tratos a la mujer por un
elemental principio de igualdad y los
que las maltratan hasta morir? ¿Qué hacemos para conseguir que disminuya el
número de los misóginos y los machistas capaces de hacer barbaridades como las
que conocemos tan frecuentemente que corremos el peligro de normalizarlas? ¿Cómo
reconocerlos y defendernos de ellos
antes de que sea tarde?
El derecho penal es apenas un pataleo social que puede castigar el
mal hecho e irreparable. Pero nuestra respuesta debe ser social, moral y
educativa. Y pronta y continua, no sólo
el día de autos. Comencé a escribir este picotazo en medio de multitud de
declaraciones , manifiestos y promesas de “ ni una más” con motivo del pasado
25 de Novbre y me propuse a mi mismo reconocerme en algunos de estos indicios y
hacerlos extensivos a los demás hombres consciente de que la pelota está en
nuestro tejado y debemos dar un paso imprescindible en este tema que nos
concierne a todos como es el practicar los buenos tratos e intentar amores de
calidad que no sólo son posibles sino infinitamente más gratificantes.
Tengamos las fiestas en paz.
Pero recuerden que la paz sin conciencia no es paz.
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