AGUA DE BOCA 9-02-2024
Aunque hoy viernes llovizna
sobre la Costa del Sol, todos sabemos que esto no es llover o ,al menos, no es
la lluvia que esperábamos. Cuando llegue la lluvia en condiciones primero tiene
que empapar la tierra; eso dará lugar a las escorrentías que finalmente acabarán
en el pantano. De momento esto es un acto de fe.
La fuerte sequía derivada de
los cambios que se están operando en el clima más la sobreexplotación del agua como recurso nos están llevando al límite hasta el punto
de que la sed es uno de los problemas
más serios a los que se enfrenta la humanidad.
España es un buen ejemplo de
ello: consumimos el agua que no tenemos. La agricultura intensiva, el aumento del
regadío para cultivos y zonas
tradicionales de secano, la explotación de las aguas subterráneas sin control(
pozos), ciertos hábitos de consumo irresponsable etc. etc. ponen en peligro en
muchas zonas de Andalucía el suministro de agua para el consumo humano, el agua
de boca que es absolutamente prioritaria.
Es
cierto que la tecnología ayudará a paliar el déficit de agua como en el caso de
las desaladoras Pero a largo plazo no parece que sea la solución. Lo que parece
evidente es que el ritmo de consumo de agua dulce es y será superior a las
existencias si no se interviene. El agua como bien público indispensable para
la vida necesita una gobernanza y control desde una dimensión ética, con
criterios de justicia básica , no de negocio ni de capricho.
Con la escasez- siempre
pasa- comienzan a aflorar las
contradicciones, a enseñar la patita: lo que para unos es un derecho humano
básico, para unos pocos muy pocos es un negocio. Lo que para unos es un
recurso limitado y , por tanto, un bien púbico a proteger y gestionar, para
otros es objeto de lucro como fuente de
pingües beneficios económicos. No está en nuestra mano quizás influir en el
clima pero sí el afrontar cuestiones como la privatización de la gestión y suministro
del agua y, someter a debate temas que
son verdaderamente insidiosos como el mayor consumo de agua por parte de las
rentas más altas o los elevados consumos para actividades lúdicas , o el modelo
turístico y sus servidumbres o el empecinamiento en el verde del cantábrico en nuestra latitud geográfica
donde el estrés hídrico se combina con el mayor derroche como es el
Mediterráneo.
Dos ejemplos de lo anterior
sacados de la observación, de la escucha atenta, productos de la cercanía , km
0 como se dice ahora:
El uno para reflejar lo que
tiene visos de delito como es lo que sucede en las dos comarcas del norte de la
provincia de Córdoba : los valles del Guadiato y Los Pedroches .Aunque se
resistan a creerlo, son lugares donde desde hace ya casi un año por los grifos
de las viviendas no sale agua potable , sino
un líquido color marrón glacé que las propias autoridades encargadas ,
(responsables más bien) reconocen
que está contaminado y desconocen las
repercusiones que para la salud pueda derivarse no solo de beber dicho líquido
sino de su uso para otros menesteres como el aseo personal etc. ; líquido por el que pagan religiosamente un
precio como si fuera potable.
El otro ejemplo también
verídico, para reflejar el derroche del agua de boca : lugares en los que ,
aunque les parezca mentira, llueve todos los días. Cada día, o mejor cada noche
, indefectiblemente una finísima lluvia de agua surge de súbito por infinidad de aspersores que riegan inmensas praderas
verdes que adornan suntuosas viviendas, campos para deportes intocables e infinidad
de relativamente modestas viviendas adosadas. No puedo aportar una cifra
de la superficie que cada noche recibe la lluvia en algunos lugares pero, al decir de las empresas responsables del suministro de dicha agua, su
ahorro podría suponer un 10% del consumo total. Tela.
Este ejercicio acaba aquí.
Pueden seguir ustedes.
Enrique Monterroso Madueño
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