DE ESCÁNDALO 14-04-2023
Ustedes se preguntarán qué tienen en común las fresas de
Huelva con la Semana Santa en España. Haciendo un ejercicio de observación y de
análisis no son pocas las cosas que comparten . De entrada ambas actividades ,
la una referida a la actividad turística y la otra referida a la agricultura
intensiva de regadío van de escándalo , son actividades de éxito.
Hemos pasado la semana escuchando que ésta ha sido la mejor
semana santa de la historia, que si
hemos batido el récord de gasto por persona y día, que si sigue así el año
superaremos los 85 millones de turistas, que si el PIB turístico de este año
superará al de antes de la pandemia. Incluso hemos oído que a
estas alturas de año ya se ha producido el primer turista fallecido por
balconing .
De igual forma todos sabemos del éxito de nuestras fresas,
esa fruta que entra por la vista por su colorido y sale por el gusto pues a
muchos nos parece que no saben a nada. Cuatrocientas mil toneladas produjo el
campo onubense el año pasado y más de 1.200 millones de euros de facturación.
Un éxito de escándalo. Y un precio también de escándalo como todos sabemos.
Ambas actividades comparten una muy favorable acogida de la
ciudadanía y ambas se suelen ver en su superficie como sectores limpios e
inocentes de cualquier inconveniente o repercusión, como sectores que sólo
tienen bondades a las que no cabe formular rechazo alguno, a las que hay que
rendirse. ¿ A quién no le apetecen unas fresitas de nuestra tierra? ¿ Quién no
se favorece de una forma u otra del turismo , ya sea practicándolo o
sirviéndolo?
Ni una sola palabra de los efectos nocivos del turismo, que
los tiene. Ni una palabra del incremento
del consumo de agua que conlleva en un
momento en el que buena parte de España se muere de sed debido a la sequía como
es el caso de la España interior, de la Andalucía interior, donde se agotan los
embalses y sus habitantes mastican ya la
tragedia de las restricciones de agua
para regar y para vivir.
Pienso en ellos mientras leo que a algunos hortelanos onubenses
parecen no importarles que desaparezcan los acuíferos de Doñana con tal de que
se les garantice que pueden aumentar su superficie de cultivos de fresa , todo
ello con el apoyo de políticos desalmados .
¿ Qué tienen
en común, decíamos, las fresas de primavera y el turismo de primavera, aparte
de las excelencias que todo el mundo pregona? Una , la cantidad de agua que
beben , los unos de los pantanos aunque estén tiritando y las otras porque tiran de los acuíferos y
de pozos que , de igual forma se encuentran bajo mínimos ; ambas cosas parecen no importar demasiado.
Pero, con ser grave esta sobreexplotación de
nuestros escasos recursos hídricos en
tiempos de sequía y cambio climático , resulta imprescindible destacar las desigualdades
internas existentes como actividades productivas que son , entre las altas
cifras de éxito económico que ofrecen y [emm1] el modelo de empleo en que se
sustentan pues ya sabemos que la economía no siempre se lleva bien con la
justicia social.. Lo lógico y deseable es que el éxito en términos económicos
debiera basarse en un empleo de calidad
pero la realidad es que ambas tienen un
modelo de precariedad laboral. Según los datos del INE la oferta de trabajo del sector hostelero lleva consigo sueldos anuales de poco más de 16.000 euros con los que
se hace difícil pagar alquileres y facturas en las grandes ciudades del Estado
que van muriendo de éxito mientras se quedan vacías de ciudadanos. Y en el caso
de las fresas para qué hablar : buena parte del éxito descansa sobre el
espinazo de las marroquinas que las recogen a 51,09 euros las jornada de trabajo
seis horas y media al día. No hablemos de los poblados chabolistas de la
negritud, esos que suelen arder dos veces al año. Son 6.800 hectáreas las que se dedican ya al
cultivo de la fresa que toman el agua del acuífero de Doñana y ahora quieren
añadirles casi 800 hectáreas más. Y Doñana es, debe ser de todos.
De manera que toca rebajar un poco los humos. No digo que
haya que frenar de golpe la industria turística, caer en picado, pasar de cien
a cero, entrar en pánico. Ni que haya que dejar de comer fresas. Tan sólo de no
perder la conciencia y la coherencia y saber qué hay detrás de tanto éxito de
escándalo : necesitan de nuestra
complicidad y no cuestionarse nada; tan sólo aplausos. Como decía Groucho Marx : de victoria en
victoria hasta la derrota final.
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