UNA
INDIGNA SALIDA 3-02-2023
Desbrozando
esta actualidad rabiosa española alimentada estos días por obscenidades, malos
ejemplos, compadreos al más alto nivel y jóvenes que deciden morir a los 15
años porque no pueden soportar el trato que reciben, me decido por decir una
palabra sobre la guerra en Ucrania y su primer aniversario pues considero que,
de entre todos, es el tema que más nos concierne a todos los seres humanos de
este Planeta convencido como estoy de que todo es empeorable.
Lo
que se suponía que iba a ser una operación militar que forzaría a Kiev a capitular en algunas
semanas, se ha convertido –gracias a la determinación de los ucranianos y a la
ayuda que han recibido de Occidente – en una guerra de alta intensidad , con
enormes pérdidas humanas y una
destrucción que costará décadas y cientos de miles de millones reparar, y
repercusiones negativas en todo el mundo, no sólo en España en forma de inflación, carencia de alimentos,
problemas de suministros de componentes etc etc
Todo
parece indicar que ninguno de los dos contendientes va a ganar, pero tampoco va a perder . Lo ha
dicho Biden clarito hace unos días : “Ucrania nunca será una victoria para
Rusia”. Podría haber dicho: “Rusia será derrotada en Ucrania”, pero no lo dijo.
En la conferencia de seguridad de Múnich, los dirigentes de los principales
países de la OTAN han hecho grandes promesas de que su apoyo será ilimitado en
cantidad y calidad. En realidad, todo este apoyo, todas estas armas -tanques,
misiles, tal vez aviones-, todo este gasto desmesurado, todas las víctimas,
toda la destrucción, solo va a servir para prolongar la guerra, que terminará
-antes o después- en una negociación.
Entonces,
¿ qué razones mueven a los dirigentes occidentales, morales o geopolíticas? ,
¿a qué juegan? Ciertos analistas políticos y personajes autorizados avanzan que
la guerra va a ser, debe ser larga con la vaga esperanza de que se produzca un improbable cambio
político en Moscú o, al menos, que cuando haya que sentarse a negociar no estén
en condiciones de exigir mucho.
Eso
sin contar con la posibilidad de una
escalada que no está en absoluto excluida, sobre todo si los rusos se ven acorralados y puedan preferir un
enfrentamiento directo con la OTAN, incluso el empleo de armas nucleares, antes
que una capitulación que sería su fin y, probablemente. Para ellos es una
cuestión de supervivencia, lo dice Putin cada vez que habla.
Y
al mismo tiempo, todos pendientes de los movimientos de China que desea la paz más que ninguno de los otros
actores, sobre todo porque su guerra es la comercial con la cual puede dominar
al mundo entero sin disparar ni un misil. Será
difícil que prospere la propuesta china de parar la guerra si nadie en el bando
occidental quiere la paz todavía. Solo una fuerte presión de los ciudadanos
europeos en favor de activar la vía diplomática -que no es en absoluto
incompatible con seguir apoyando a Ucrania- podría cambiar las cosas. Pero los
ciudadanos europeos estamos demasiado influidos por nuestros dirigentes y por los medios de comunicación,
belicistas en su inmensa mayoría, y apoyamos en buen número la continuación de
la guerra.
Solución
cívica: hay que encontrar una salida indigna, porque de dignidad no se podría hablar en
mucho tiempo. ¿Qué considero como una salida indigna pero facilitadora del
fin de la guerra? Es más que probable
que un acuerdo falsario de paz tuviera
que incluir alguna pérdida territorial de Ucrania en favor de Rusia, o sea, una
indignidad. Por doloroso que sea hay que
utilizar la balanza y poner en uno de los platillos esa injusta e indigna pérdida territorial; en el
otro platillo, todo el horror que estamos viendo en directo. Y la posibilidad
de que la guerra se encone hasta una conflagración mundial, incluso nuclear. O
sea.
De
manera que nuestro apoyo a Ucrania –imprescindible- no es incompatible con la
vía diplomática en pos del fin de la guerra.
Cuanto antes se haga, mejor, porque esperar no servirá de nada, solo aumentará
el sufrimiento. Europeos, levantaos , pedid paz y libertad , sea por Ucrania
libre, España y la Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario