Enrique Monterroso 8-04-2022
El Nuevo Testamento está lleno de pasajes y frases que no pierden
actualidad. Como si se hubieran pronunciado hace 2.000 años pensando en
nuestros días y el futuro que nos espera. Escuchen lo que decía Jesús de
Nazaret : “ Yo soy la voz que clama en
el desierto”. Es verdad que una cierta
multitud le seguía pero no eran mayoría
; por eso terminó como terminó,
crucificado en la cruz no sólo porque los que no lo escuchaban y no lo seguían
eran muchos más sino que por aquel
entonces ya había odio y persecución política .
Le pasaba a Jesús de Nazaret lo que ahora les pasa a los
científicos que analizan el comportamiento del planeta , que son muy pocos
quienes les hacen caso y parecen predicar
en el desierto. Acaba de hacerse
público el Panel Científico sobre Cambio Climático que lanza un ultimátum a la
Tierra. O ahora o nunca. La temperatura de la Antártida ha superado los 40º y
los científicos no salen de su asombro. En una semana ha colapsado una
plataforma helada de miles de km2 y un glaciar enorme capaz de elevar la temperatura
de nuestros mares en medio metro podría colapsar en esta década. Científicos de
todo el mundo se lanzan al activismo climático
para alzar su voz y decirnos que somos la última generación que puede
frenar la crisis climática pero que el tiempo para actuar se acaba. Es la voz
que clama en el desierto.
Confieso que no soy religioso pero sí creo en este tipo de
profetas como Jesús de Nazaret a quienes muy pocos escuchaban. Como tampoco
creo en la Iglesia pero sí creo en el Papa Francisco cuya voz no se difunde lo
que debiera ni siquiera dentro de su propia grey. Vean lo que decía Jesús de Nazareth acerca del fin del
mundo : “ Habrá guerras y rumores de guerras, señales arriba en los cielos y
abajo en la tierra, el sol se tornará en tinieblas y la luna en sangre , habrá
terremotos tremendos en diversos lugares, los mares se saldrán de sus
límites y entonces… aparecerá la gran
señal del Hijo del Hombre”. ( Mateo 24:14) Tremenda la premonición de este
hombre hace más de dos mil años.
La activista y científica española Yayo Herrero cuenta en el prólogo a
un libro-biblia para ecologistas que
recomiendo titulado “El otoño de la civilización” de Juan Bordera y Antonio
Turiel una historia relacionada con Julio Anguita quien le hablaba en una
entrevista de su pasión por Jesús de Nazaret. Cuenta Yayo Herrero que
Julio le decía :
“fijate, Jesús echa a los mercaderes del templo a latigazos, les
dice a los ricos que antes de que ellos entren en el cielo pasará un camello
por el ojo de una aguja, hace crecer los panes y los peces para los pobres, es
amigo de sus amigos, multiplica el vino para que la fiesta sea posible. Y
también habla de justicia, de reparto, de amor… Ese Jesús, al que parece que la
gente más humilde escuchaba embobada, es, sin embargo, apresado, humillado y
torturado. Pilatos no encuentra delito en él pero para quitarse el marrón de
encima da a escoger al pueblo entre Jesús o Barrabás. Imagina, le decía Julio, la
soledad terrible de Jesús de Nazareth cuando el pueblo elige indultar a
Barrabás y condenarlo a muerte a él y muchos de los suyos callaron”.
Mientras leía esto pensaba que también a muchas personas hoy les
sucede igual, que lanzan latigazos
verbales y llevan mucho tiempo
explicando sin paños calientes que nos encontramos ante el otoño de la
civilización apuntando con claridad a
las causas estructurales, señalando responsables y sacando las vergüenzas a los
tibios de espíritu. Son personas valientes que arriesgan , que no callan
incluso pagando costes por ello en sus vidas personales además de la
incomprensión. Y comprobando con dolor
que cuando se le pregunta al pueblo su opinión ante una disyuntiva para elegir entre el bien o el mal, entre la justicia
o la sinrazón , entre el activismo o la pasividad … el pueblo elige a Barrabás.
Tremenda historia real esta de la condena a muerte por crucifixión
de Jesús de Nazareth simplemente por predicar en el desierto, por hacer el bien
, por defender a los más humildes y
decir amaos los unos a los otros, por ser diferente, por salvar a la humanidad….Si Jesús de
Nazareth vive hoy yo lo veo encarnado en
el mundo de los que luchan contra la incomprensión. Es el caso de la ciencia
que , predicando en el desierto , ven
cómo el tiempo para salvar el Planeta se agota y no reaccionamos ante un grito tan claro y
urgente como AHORA O NUNCA.
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