MARBELLA PROFUNDA (29-10-2021)
Este domingo pasado saltaba a los
medios de comunicación el auto de una jueza de Marbella que afirmaba que un
niño de 1 año estaría mejor criado en “una ciudad cosmopolita con todo tipo de
infraestructuras como Marbella, con un buen hospital y con todo tipo de
colegios públicos o privados para poder educar a un niño en lugar de en una
pequeñísima población de la Galicia profunda”.
En el auto de medidas provisionales
por el que esta jueza dio la custodia del menor al padre también afirmaba que
Marbella, donde reside el progenitor, "ofrece múltiples posibilidades para
el adecuado desarrollo de la personalidad de un niño y para que crezca en un
ambiente feliz, lo que no sucede en la localidad de Galicia ( Ría de Muros,
Noia) que está lejos de todo y en la que ella no tiene opciones laborales".
Uno se pregunta cómo es posible que
a estas alturas de siglo una señora jueza sea capaz no sólo de mostrar
desprecio absoluto por el medio rural sino, lo que es más importante, un
desprecio por los principios constitucionales más básicos como el de la
igualdad de todos los ciudadanos independientemente del lugar de su residencia.
Todo indica que la causa profunda de autos como este es que la jueza ha tirado
de ideología y ha dejado ver al descubierto su conservadurismo. Con autos
así es muy difícil mantener una cierta ingenuidad ante la arbitrariedad de la
justicia.
La alusión a la Galicia profunda
evoca inevitablemente a la Marbella profunda. No niego que este sea un buen
lugar para crecer y desarrollarse pero es evidente que el énfasis que pone el
auto dictado en su exaltación de las condiciones de Marbella frente a los
términos descalificadores de la localidad gallega pone de relieve que la Sra. Jueza
y muchos de nosotros no vivimos en la misma ciudad.
Marbella profunda es contar con un hospital
público insuficiente para atender a tanta población y unas obras de
ampliación que no arrancan pero, eso sí, disponer de numerosas clínicas y
hospitales privados a donde no puede acudir todo el mundo.
Marbella profunda es tener a estas
alturas del siglo una red de colegios públicos con múltiples carencias, una red
descompensada incluso con aulas prefabricadas mientras a nuestro alrededor se
alzan los mejores colegios privados imaginables y carísimos en los que hay aire
acondicionado y hasta hilo musical.
Marbella profunda es contar con un
cementerio y unas instalaciones donde la dignidad humana pierde hasta su nombre.
Marbella profunda es nadar en
piscinas inexistentes mientras se cuentan por centenares las que existen en
chalets privados.
Marbella profunda es disponer de
instalaciones deportivas escasas y mal conservadas al par que proliferan
canchas privadas por todo el municipio.
Marbella profunda es un urbanismo a
la carta que permite a muy pocos vivir en urbanizaciones verdes de lujo
mientras el grueso de la población convive en barriadas deprimidas.
Marbella profunda es contar un clima
y un litoral donde los paisanos pueden solazarse a gusto y hacerse unos espejos
de sardinas si no fuera porque las playas están sembradas de hamacas.
De la Galicia profunda no puedo
hablar porque no la conozco pero puestos a comparar profundidades lo que de
verdad me preocupa es lo profunda que es la justicia en este país. Nos libre
Dios.
Marbella 29-10-2021
Enrique Monterroso Madueño
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