VIVIENDA Y ULTRADERECHA 28-03-2025
De un tiempo acá el problema
de la vivienda en España se ha convertido en un problema político de primer
orden. Las manifestaciones en toda España previstas para este próximo 5 de
Abril pretenden reflejar el hartazgo no
sólo de una generación que está viendo cómo la posibilidad de emanciparse se
está convirtiendo en un horizonte cada vez más lejano, sino también del
conjunto de una población que está viéndose expulsada de sus ciudades por el
encarecimiento del precio de los alquileres, la precariedad laboral y la
especulación inmobiliaria.
Al mismo tiempo que esto
sucede se constata un avance de la ultraderecha, no sólo en nuestro país. De
hecho, esta expansión de la ultraderecha parece haber encontrado en el
desencanto de los jóvenes un caldo de cultivo fértil para su expansión. La
pregunta que cabe hacerse es ¿ qué tiene que ver el problema de la vivienda ,con el auge de la
ultraderecha, especialmente entre los jóvenes? Pues mucho.
Personalmente estoy
convencido de que hay una vinculación
entre el problema de la vivienda y el ascenso de la ultraderecha entre los más
jóvenes que está pasando desapercibida. Cuando hablamos del auge de la
ultraderecha entre los más jóvenes, es importante hacer una matización : la juventud no está votando en
masa a la ultraderecha; la principal
opción de voto entre los más jóvenes sigue siendo la representada por la
desafección política: la abstención según nos dice el CIS.
Aunque una de las causas que
explica este fenómeno es la reacción ante la expansión del feminismo, sin
embargo, creo esta no es la principal explicación, es la vivienda. Las
consecuencias del problema de la vivienda, que se han cebado con los más
jóvenes, están provocando una inseguridad económica cada vez mayor, pero, sobre
todo, desatendida. Esta sensación de desamparo económico no solo afecta a su calidad de vida, sino que también moldea su
manera de canalizar su frustración y de entender la política.
Esto ha servido para que los
partidos anti (sistema, antidemocracia, feminismo, inmigración, cambio climático
etc etc) estén aprovechando este
descontento para transformar esta sensación de abandono en un descontento de
carácter político que se traduce en un mayor encono, cabreo, enfado, indignación,
enojo, ira, calentura contra ,hacia, para aquellas fuerzas políticas que ostentan
el poder. Los gobiernos son percibidos como el enemigo que provoca más que
resuelve los problemas, algo que coincide plenamente con la antipolítica de los
más políticos entre nosotros que son son
los ultra.
La frase puesta en boca de
los jóvenes "No me importaría vivir en un país poco
democrático si me garantiza una mejor calidad de vida" revela una contradicción insuperable porque ahí radica la cuestión porque
¿qué acaba más con la calidad de vida de los jóvenes que la imposibilidad de
acceder a una vivienda?
La difícil tarea de
encontrar un techo bajo el que construir un futuro se ha convertido en el mayor
símbolo de la precariedad, también de la precariedad democrática . Sin
estabilidad, no hay independencia, seguridad o un proyecto de vida que valga. Atentos
partidos políticos, sindicatos y el
resto de los agentes sociales, todos sin
distinción. Deberíamos estar todos ( bueno todos menos los no demócratas
que se frotan las manos), deberíamos estar empujando para buscar soluciones y evitar una
deriva que podría costarnos lo más grande, lo que ustedes saben.
Enrique Monterroso Madueño
No hay comentarios:
Publicar un comentario