VIVIENDAS RAZÓN DE ESTADO 11-10-2024
Uno
de los problemas que acucian a casi todos los países del planeta pero muy
especialmente a los de nuestro entorno acomodado es el de la vivienda. Cada día
que pasa afecta a un número mayor de personas y especialmente a las personas
jóvenes. La pregunta es : ¿ Tiene arreglo fácil este problema? Mi respuesta es
que hay temas que no se pueden dejar sólo en manos del mercado, del mercado
inmobiliario sino que es el Estado quien debe partir el bacalao.
Escuchamos
una monserga que siempre es la misma :
hay población sin acceso a la vivienda por un problema de oferta; es
decir, porque no hay suficientes en el mercado. La solución, entonces, es
seguir construyendo. Sin embargo, los datos no muestran que eso sea exactamente
lo que ocurre. Al parecer en España hay más de 26 millones de viviendas. Puesto que el
número de hogares es de 19 millones, resulta que hay casi 1,5 viviendas por
cada familia u hogar y, al mismo tiempo, hay casi 4 millones de viviendas
vacías.
Sé
que las estadísticas en estos casos
pueden inducir a conclusiones equivocadas. Sin embargo, he copiado los datos oficiales porque me parecen válidos para demostrar que, si se
quiere resolver el problema del casi imposible acceso a la vivienda de cada vez
más personas, no basta con construir más. Para acceder hoy día a una vivienda
no sólo basta con que haya suficientes en el mercado sino, además y sobre todo,
disponer de ingresos suficientes para poder comprarlas o alquilarlas. Y eso no
depende, como se quiere hacer creer, de que se construyan más a través del
mercado, por una sencilla razón: porque el Mercado no vende viviendas a quien las necesita, sino
a quien tiene dinero para comprarlas. La prueba evidente es que, mientras que
millones de españoles no pueden acceder a la vivienda, el fondo de inversión
Blackstone es propietario de 30.000. De hecho quien más dificulta que se tomen
las medidas necesarias para facilitar el acceso a la vivienda en España,
quienes de verdad parten el bacalao son
los fondos de inversión y los
multipropietarios de viviendas de alquiler.
La
dificultad para acceder a la vivienda es un problema creado porque de ser una
mercancía más destinada a satisfacer una necesidad y cuyo precio , como las
demás mercancías o bienes de consumo
sube o baja, la vivienda ha pasado
a ser un activo financiero en el
cual se invierte especulativamente porque se puede hacer que su precio aumente
sin cesar o, últimamente, en un bien de capital para desarrollar negocios
turísticos.
Es
decir , el uso social e ,incluso, el económico de la vivienda se ha
desnaturalizado y esto es lo que realmente origina la dificultad para acceder a
la propiedad o para alquilar.
Como
activo financiero dedicado a la especulación interesa que su precio suba constantemente y
quienes operan en esos mercados hacen todo lo posible para que así sea. En
una carta a sus accionistas del pasado mes de febrero, el
fondo Blackstone reconocía
que le conviene que haya escasez de viviendas porque su estrategia es que suban
sus precios. Para ello acaparan , compran masivamente las viviendas más asequibles
impidiendo que lleguen a manos de los compradores con menos recursos. De manera
que , siendo verdad que no se construye
un número suficiente de viviendas sociales y accesibles para la población de
menor ingreso, el problema no es sólo
ese sino la conversión de la vivienda en activo financiero que las hacen
inasequibles para tantas personas pues no fluctúan en función de la inflación
sino de la especulación inmobiliaria, el
alza de precios y su desajuste con los sueldos y salarios, o el aumento de los
costes hipotecarios. Y, todo ello, unido a la mayor precariedad laboral y al
incremento de la desigualdad que reduce el poder adquisitivo de la mayoría de
nuestras personas.
En
definitiva, lo que se está padeciendo es la consecuencia de dejar que sea el
mercado inmobiliario quien decida cuántas viviendas construir y a qué precio. No
caben soluciones parciales, ni simplistas. Todo lo contrario, hay que partir
del principio básico de considerar la
vivienda como un bien público y, por ende, asunto de estado, no de mercado. Hay
que aumentar, desde luego, la construcción de nuevas viviendas asequibles,
fomentar el alquiler, controlar los precios etc. etc. Sin duda alguna. Pero si
no se asume y se pone en práctica ese principio no se podrá conseguir nunca que
las viviendas asequibles que se construyan sean habitadas finalmente por
quienes realmente las necesitan.
Sólo atando en corto al mercado y pasando a considerar a la vivienda como un
bien público se hará creíble lo que dice el artículo 47 de nuestra Constitución,
la de todos: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda
digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y
establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando
la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la
especulación». Lo de siempre , más
Estado, menos Mercado.
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