PURO EGOÍSMO 18-10-2024
Escribo
este articulillo ciego por el fulgor de las explosiones, ensordecido por el
ruido de las bombas sobre Palestina, sobre Líbano, sobre todo el Oriente medio.
Escribo tan solo atendiendo a mi interior, es decir, a mi egoísmo. No tienen
estas palabras nada de ética , nada de moral; tan sólo de egoísmo pensando tan
solo en mantener mi bien estar. Y un poco o mucho de ingenuidad.
Escuchen
o lean: según las Naciones Unidas, el aumento de población mundial en el
Planeta es imparable. Ahora mismo en
2024 somos 8.200 millones de
habitantes y llegaremos a 11.000 millones de habitantes a final de siglo. Este
dato debe ayudarnos a
comprender los posibles efectos y consecuencias de este crecimiento
poblacional y, lo más importante, a poner los medios desde ya para planificar
ese nuevo escenario. Risas.
Mientras
la Vieja Europa lleva años disminuyendo o congelando su crecimiento de
población ( a base de no parir, solamente en positivo por los nacimientos de
personas de procedencia de terceros países), llegaría a fin de siglo a los 650
millones , un solo país africano, Nigeria, contaría a esa fecha con 800
millones de habitantes. La explosión africana, pues, está garantizada, más allá de epidemias
locales, guerras y conflictos, ya que la edad media de su población actual es
de 25 años, mientras que la de la Unión Europea de sitúa en los 47 años.
Por
tanto, el primer reto a afrontar será la necesidad de garantizar la comida a
toda la población africana que es la que más va a crecer exponencialmente,
creando posibilidades de una vida digna en sus países que eviten grandes
movilizaciones de personas entre territorios o continentes.
La
segunda cuestión a plantearnos es la necesidad de afrontar este periodo de
crecimiento poblacional con las garantías mínimas exigibles del respeto
absoluto a un Medio Ambiente sano, que no sea más dañado por el
crecimiento económico insostenible y ponga las bases para un vivir bien sin que acabemos con el
Planeta. Esto significa, indefectiblemente, la reducción de la emisión de gases
de efecto invernadero, lucha contra el calentamiento global y cambio en las
directrices de nuestro modo de consumo y de relación con los distintos
ecosistemas.
El
tercer problemón a destacar, tiene que ver con el envejecimiento de la
población, especialmente en el mundo desarrollado, acomodado. Las políticas de crecimiento actuales
consideran a las personas como clave del desarrollo industrial y de
servicios. Pero esas personas tan
necesarias y urgentes se encuentran hoy
en día en su mayoría fuera del mercado
económico, y aquí hay gobernantes cegatos, torpes que sólo ven problemas con la
llegada a nuestros países de esas manos y mentes necesarias para mantener el
nivel actual, que es un nivelazo comparado con. Imprescindible, pues,
planificar una distribución poblacional que garantice el vivir bien en todos
los continentes. Más risas.
Un
peligro añadido viene dado por la gran concentración de personas en torno a las
grandes ciudades o megaciudades, que ponen en jaque la atención y la prestación
de servicios con un mínimo de garantía lo que puede conllevar grandes bolsones
de pobreza. También hay que observar la superpoblación de las zonas
costeras en todo el todo el mundo lo que implica un abandono progresivo de
lo rural con todo lo eso conllevará. Lo conocemos, España vaciada
Otro
elemento importante, sentida desde aquí como amenaza es la movilidad de las personas, bien con los
países limítrofes o hacia otros continentes. Podríamos asistir a una movilidad
permanente, fruto de guerras, hambrunas, persecuciones y desigualdades,
llegadas de seres que ponen de los nervios a los países receptores, miren el
caso de España, el espectáculo que estamos dando . Vean que no miento la
palabra emigración para no despertar más al gran oso invernante.
En fin , como les digo, puro egoísmo.
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