LO
VERTEBADO Y LO INVERTEBRADO 14-01-2024
Estamos en 2024, el tiempo pasa,
nosotros pasamos y el realismo se impone. Fuera ya de los días de los buenos
deseos propios de gente decente , nos enfrentamos al sempiterno dilema de
cabalgar a lomos del optimismo de la voluntad o del pesimismo de la razón. No
hay términos medios,. Fuera y dentro suenan tañidos de campanas que llaman a
arrebato pero el tiempo pasa y las conciencias no reaccionan, al revés, parecen
adormecidas, como esperando que los que vengan detrás sean quienes arreen. Pero no. El escepticismo, el
encogimiento de hombros, la equidistancia, el nihilismo no aporta, no suma.
La política española evoluciona pero
va a otro ritmo que la mente, que la capacidad de discernimiento y de actuación
de la mayoría de la población. Me
parece imprescindible superar los
estados de euforia o las
expectativas creadas ante pírricas
victorias del Gobierno de Coalición que-como Cristina- nos pretende gobernar. Ya sabíamos que no iba
a ser fácil. Fuera euforia. Hay que
conjugar demasiadas agendas, demasiados intereses, demasiadas estrategias
en territorios diversos todos ellos españoles. La
clavó Ortega y Gasset cuando habló de la España Invertebrada, difícil de
vertebrar. Porque sólo vertebra, encaja, une, ensambla lo racional, no lo emocional. Y la política
es cabalgar contradicciones, claro como la vida misma.
En España ,desde hace tiempo que nos
movemos bajo el doble eje del nacionalismo, el central o carpetovetónico y el
periférico . A muchos les cuesta entender que el centro
geográfico y político español no suma, que hace falta esa otra parte del todo
que llamo la España periférica. Y es que sin contar con la periferia española
no es fácil la gobernabilidad del Estado español. Lo estamos comprobando a
golpe de sobresaltos . De manera que si finalmente llegamos a algún puerto , a un acuerdo para
gobernar España ello supondrá de facto no sólo el reconocimiento de su diversidad cultural o lingüística que
es obvia, sino el reconocimiento de la diversidad ideológica que es algo que
parece también obvio pero no lo es tanto , pero sobre todo, sobre todo, de la
identidad territorial con su componente de emociones, de nostalgias y de aspiraciones legítimas . Gobernar un rebaño de ovejas de marca
hispánica es relativamente fácil, lo
puede hacer hasta un pastor domótico
virtual. También se lo podemos encargar a la Inteligencia artificial
pero , es broma, sabemos que es una digresión literaria. La única realidad tangible, incuestionable por la
aritmética y hasta por la geometría es que
la España Invertebrada existe, la que no existe es la unitaria que predican
los nostálgicos. Y comprobamos también que en esta España nuestra supone una heroicidad enfrentarse cada año
que pasa a estos escenarios donde predominan las tripas y la falta de decencia y de moral .
Y que para estar al cargo de esta
mesnada irreconciliable hay que tener bemoles, como los tiene el actual
manijero. Porque hay que tener agallas, resiliencia, coraje, paciencia y todo
lo que termine en ciencia como conciencia
para ver cómo te cuelgan, te lapidan y te queman solo por dejarte la
piel en intentar demostrar que la gobernabilidad de España es posible pero sólo
a cambio de que se impongan los demócratas racionales y sensatos y se aplaque
la caverna que sólo pretende ver
reverdecer los brotes viejos del pasado, aquellos a los que se refería el poeta
español Angel González cuando dijo que la historia de España era como la
morcilla de su pueblo , que se hace se sangre y se repite. Otra vez, no por
favor.
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