LA OREJA 19-07-2024
Los republicanos de los
Estados Unidos acaban de ratificar la candidatura de Donald Trump para la Casa
Blanca. Lo han hecho abrumadoramente tan
sólo unos días después del atentado del que ha sido objeto por parte de un
jovenzuelo norteamericano defensor de las armas como casi todos sus
compatriotas. Ya le iban bien las cosas a Donald a pesar de su reciente condena
por cosas sucias y las numerosas causas pendientes ante su Justicia que , sin
embargo, no son óbice para volver a ser presidente. Ahora le van a ir mejor todavía
porque el hecho de que haya salido
indemne sus paisanos se lo atribuyen a su capacidad para sobrevivir entre tanta
podredumbre como le achacan.
A estas alturas del tiempo verano considero que este hecho es lo más trascendente de cuantos conforman eso que llamamos realidad y eso que
el verano viene calentito y que son varias las cuestiones truculentas que merecen un
picotazo, especialmente las quince mujeres asesinadas a manos de sus
propietarios en tan sólo un mes, los niños inmigrantes a quienes ponemos
reparos para instalarse aquí aunque no para jugar al fútbol, con Netanyahu que
no cesa en su matanza de niños
palestinos , Ucrania cuasi olvidada y no digamos ya el temible cambio climático
que tenemos ante las barbas.
Nada con tanta facundia como esta caída y ascenso de Donald
Trump protegido por el Altísimo. Queda claro
que la figura de este hombre , su perfil marca tendencia no sólo en el
Planeta América sino en lugares muy diversos del Universo, entre ellos el
nuestro porque , en realidad, como escribió el sociólogo español Vicente Verdú
en su día, Estados Unidos no es un país, es un Planeta y en su órbita giramos
todos, digamos lo que digamos.
La importancia del suceso no radica
en el atentado en sí- con ser grave y elocuente de nivel de violencia política
existente en los EEUU- sino en la influencia que pudiera tener en las urnas a
la hora de decidir el próximo noviembre
quién debe estar al frente de nuestros destinos, (sí, de nuestros
destinos) si la vicepresidenta actual Kamala Harris ( descartado ya el demócrata
Biden demócrata Biden) o el hombre de la
bala en la oreja.
A Trump la campaña se le había
puesto de cara, después del debate que protagonizaron en la CNN en la que
quedaron en evidencia tanto las estulticias y excesos del uno como la senilidad
del otro pero esto la americanada no lo admite. Y ahora, desgraciadamente , la
foto de la oreja ha encarrilado la campaña definitivamente hacia una lucha de símbolos e imágenes, en
detrimento de los discursos y las propuestas.
La imagen de
Trump se consolida como mártir político
entre sus seguidores de dentro y de fuera del Planeta. Ya verán.
En este contexto, mi tesis es
que esa bala disparada por un chico joven
pero matón, puede cambiar el curso de la historia, de nuestra historia. Por eso
le dedico este picotazo. Así se está
escribiendo la Historia hoy. No cualquier historia, no. La nuestra también , la
de todos. Porque Estados Unidos no es un
país, ya les digo, es un planeta, a
pesar de que en el tema imperial le han salido competidores importantes en
estas décadas como China.
Preparémosnos para tener a Trump hasta en la sopa, hasta que se nos atragante y
haga que se nos olviden las demás cuestiones que ahora solemos considerar como trascendentales y que motivan nuestras
cuitas como ciudadanos del mundo.
Que así no sea.